Autor del libro «Todo me sabe a ginebra», que presenta hoy en Oviedo

Alfredo Pérez (Candás, 8 de julio de 1977) es licenciado en Filología Española por la Universidad de Oviedo y actualmente es profesor del Colegio «Delibes» de Salamanca. Aunque, según dice, su cabeza siempre estuvo llena de historias, y a pesar de haber compuesto varias canciones para su tío, el cantautor Pipo Prendes, no se lanzó a escribir un libro hasta ahora, gracias a la serie «Versos sueltos», puesta en marcha por la Diputación de Salamanca, con el objetivo de apoyar a los jóvenes autores. Su poemario «Todo me sabe a ginebra» será presentado hoy, a las 20:00 horas, en el hotel Reconquista, en Oviedo.

-¿Cómo surgió la idea de escribir este poemario?

-Ya llevaba tiempo con historias en la cabeza, pero hasta ahora no me decidí a recopilar algunas de ellas. Yo creo que todos tenemos la necesidad de escribir y de plasmar lo que llevamos dentro en algún momento. Y tuve la suerte de que a la Diputación de Salamanca le gustó, siendo además mi primer libro.

-¿De qué trata «Todo me sabe a ginebra»?

-Aúna cinco o seis cosas que están presentes en la vida de cualquier persona, aunque nos empeñemos en negarlo: el amor, el desamor, el inexorable paso del tiempo, la fugacidad de la vida, los recuerdos y el deseo. Es un poemario muy realista, sin aditivos, cotidiano y urbano. Servido muy frío y a veces, incluso, demasiado sucio, frágil, dramático... Otras, en cambio, con un toque de humor para huir del sentido amargo de los días, como la ginebra.

-¿Qué es lo que persigue suscitar en el lector?

-Busco recrear situaciones cotidianas de la vida. Que el lector se vea reflejado en el libro. Porque hay dos tipos de lectura. La que digo «leo porque me interesa la historia», como, por ejemplo, una de piratas, y la otra, «leo, porque me identifico con ella». En una de piratas uno nunca se sentirá reflejado, pero si yo digo «prefiero que sigamos siendo amigos» seguro que va a haber alguien que haya experimentado esta situación.

-Ha colaborado con su tío el cantautor Pipo Prendes, ¿cambia mucho pasar de componer pequeñas historias a hacer un libro con ellas?

-Sí, es diferente. He empezado miles de historias, pero siempre las he querido terminar pronto. Prefiero que el lector lea algo rápido y conciso y que pueda abrir el libro siempre que quiera y que en cada página tenga acceso a una historia diferente.

-¿Qué es para usted la poesía?

-Es una válvula de escape. Una forma mediante la que puedo mostrar lo que siento. Sacar a flote los barcos hundidos que todos tenemos en nuestro interior, pero que muchas veces no queremos exhibir. Y, sin embargo, yo me armo de valor para sacarlos a la superficie, con el objetivo de que la gente diga: «mira, ya no soy el único».

-¿Candás aparece reflejado de alguna forma en el libro?

-No explícitamente, pero lógicamente muchas de las historias que cuento me pasaron en Candás y en Asturias.

-Presentó el libro en Salamanca en diciembre y ahora lo hace en casa. Cabe suponer que será algo especial.

-Sí, por su puesto. Me hace más ilusión que nunca. Además, he sido siempre muy reservado en este aspecto y ahora es el momento de decir a la gente que escribo.