Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

«A este paso tendremos que salir con el burka puesto en las charangas de las fiestas del Cristo». Lo dice el socialista José Manuel Muñiz, concejal de Festejos de Carreño. Muñiz no está de acuerdo con la postura mostrada por el gobierno socialista del concejo en la normativa que ayer fue aprobada para la concesión de subvenciones a asociaciones de festejos. La nueva norma indica que no habrá ayudas públicas para contratar a empresas que utilizan «imágenes del cuerpo femenino o partes del mismo, como un recurso para captar la atención o como un adorno o reclamo». Si hay muslo, no hay subvención.

Asociaciones del concejo, como en Perlora o Guimarán, acostumbran a contratar orquestas de gran nivel para animar sus fiestas parroquiales. Pero este año la ayuda municipal peligra si las cantantes de esos grupos aparecen en el cartel en «top» y minifalda. La ordenanza no ha sentado nada bien a algunos concejales de la Corporación de Carreño, incluidos los del propio gobierno. «Es demasiado restrictiva», dice el socialista José Manuel Muñiz, responsable de Festejos.

Concejales de todos los partidos se muestran contrarios a la redacción del articulado, que transformaba un veto al patrocinio de espectáculos eróticos (a raíz de una polémica actuación del pasado verano en las fiestas de Ambás) en una retahíla de prohibiciones tales como que «se exhiba a la mujer y su cuerpo reducido exclusivamente a un mero objeto sexual, pasivo y al servicio de la sexualidad y los deseos del hombre». El propio Muñiz apoyó la eliminación de estas líneas en comisión, aunque posteriormente fueron aprobadas por una Junta de Gobierno y así han salido publicadas en el «Boletín Oficial del Principado».

«Entiendo el malestar de los organizadores y los participantes de festejos, cuando dicen que en las próximas charangas habrá que salir en burka», añade José Manuel Muñiz, quien considera que bastaba con explicitar que no se subvencionarán espectáculos eróticos. «Esto nos va a dar más problemas que evitarlos», añade.

Su postura ya quedó clara en la Comisión de Festejos que aprobó las bases de la convocatoria de subvenciones, si bien después todo quedó en papel mojado, porque una Junta de Gobierno sacó adelante de forma unilateral dichas bases. En ellas se asegura que está fuera de lugar «fomentar un modelo de belleza femenino o masculino basado en la juventud, la delgadez o la perfección corporal, de acuerdo a cánones poco reales y que puedan proponer comportamientos lesivos para la salud de los hombres y las mujeres o asociarse a su éxito personal y social».

Dos concejales tenía el PSOE en aquella comisión que trató de evitar tales restricciones. Además de Muñiz, estaba Alberto López, que sí votó a favor de incluir el articulado que finalmente se aprobó y que ya figura en el BOPA.

El cambio en la normativa se ha efectuado porque el año pasado en Ambás se contrató con ayudas municipales a la actriz porno Sonia Baby. Se publicitó con un cartel en el que se explicaba que el público se encontraría ante «una acróbata vaginal», con «récord Guinness» de lanzamiento de objetos con la pelvis.

La oposición está perpleja. «Mientras el informe sobre los argayos en el paseo marítimo sigue esperando desde hace tres meses, esta convocatoria de subvenciones con todo lujo de detalles ridículos sale publicada incluso antes de la aprobación definitiva del presupuesto municipal para 2013», se lamentaba ayer el portavoz del PP, José Ramón Fernández. El edil advierte de la peligrosidad del articulado de la normativa: «¿Se va a analizar la letra de las canciones que interpreten las orquestas? ¿Va el gobierno local a analizar el contenido de las obras de teatro?».

Por su parte, el concejal de UICA, Ramón Artime, fue más allá y tildó la situación de «censura». «Cualquier día el gobierno empezará una caza de brujas, se reunirá para decidir si una actuación supone un ataque a la moral o a la mujer, y así dispondrán», señaló. «Es censura pura y dura, una represión, como en la Inquisición», asegura el concejal de los independientes.