Las comisiones de festejos de Carreño, que el pasado lunes se sorprendieron al comprobar que no recibirán ayudas municipales para contratar a empresas de eventos que utilicen «imágenes del cuerpo femenino o partes del mismo, como un recurso para captar la atención o como un adorno o reclamo, dejaron ayer claro que continuarán adelante con su programación este verano, pese a que en algunos casos se incumplirá la nueva normativa que regula la concesión de subvenciones.

«Estamos llegando a extremos que no son de recibo, la exhibición de una mujer en un cartel, si no existe menosprecio hacia su persona, no se puede prohibir», manifestó ayer el integrante de la comisión de festejos de Perlora, Pedro Fernández. La parroquia perlorina será la primera en celebrar sus fiestas patronales, del 12 al 15 de julio.

Si bien aún no tienen encargada la cartelería, ya se conocen los nombres de la mayoría de las orquestas que tocarán en un prao de Perán: «Sonora Real», «Suavecito», «Gran Atlanta», «Dominó» y «Solara». Y la mayor parte de ellas dan gran protagonismo a sus mujeres cantantes, ataviadas con minifaldas y escotes, algo que choca con las bases establecidas por el PSOE en la nueva ordenanza, que ha generado gran polémica en el concejo.

Según la nueva norma, si se quiere optar a subvención municipal, no se podrá «fomentar un modelo de belleza femenino o masculino basado en la juventud, delgadez o perfección corporal, de acuerdo a cánones poco reales, y que puedan proponer comportamientos lesivos para la salud de los hombres y las mujeres o asociarse a su éxito personal y social».

Todos los grupos políticos se manifestaron en contra del articulado, a pesar de lo cual salió adelante en la Junta de Gobierno. El texto no de la normativa recoge, además, la exclusión de espectáculos que «asignen a las mujeres, de manera clara y diferenciada, la responsabilidad exclusiva o principal de cuidados a terceros y del ámbito doméstico, excluyendo o asignando un plano secundario a los hombres en dicha responsabilidad».

Muchos aseguran que esto último deja en mal lugar a las representaciones teatrales costumbristas. En Carreño, el grupo cultural «Xana» realiza este tipo de representaciones, donde la mujer rural atiende en exclusiva el hogar. «Son costumbres de la sociedad asturiana, se trata de reflejar la cultura tradicional, y no creemos que pueda ofender a nadie», asume Josefina Fernández, del grupo teatral perlorín. «Las representaciones que realizamos son ficticias o reflejos de la realidad, pero no fomentan ninguna discriminación», defiende.

Lo peor es, a juicio de los organizadores de festejos, cuando se advierte de las restricciones a la hora de frivolizar con el cuerpo femenino o hacer uso de él como elemento publicitario. «Lógicamente esto afecta a los carteles de las fiestas y de las orquestas que tocan, porque todos tienen chicas con escote», señala Alejandro Correas, de la comisión de festejos de Guimarán. Pero eso no impedirá que sigan adelante. «Esas restricciones son feminismo barato, es un paso atrás, al siglo XIX, y claro que está bien que se restrinja la subvención a espectáculos eróticos, pero lo demás sobra», apunta. De hecho, no duda en que nada cambiará. «Si me llegan carteles con mujeres, como toda la vida, yo los voy a poner, ya que esa mujer posó libremente para ese cartel».

En Perlora también tienen claro que los carteles saldrán adelante, con las chicas reclamando la atención del espectador. «¿Por qué no se va a exhibir a una mujer cuando ella ha dado su consentimiento para ello?», se pregunta Pedro Fernández. «Otra cosa sería que se la hubiese forzado a exhibirse, entonces no, claro», añade. Para él, como para mucha gente, «los encantos de las mujeres forman parte de la sala de la vida, y este año no va a ser diferente, porque si hacemos caso de estas cosas entonces dentro de unos años acabaremos volviendo a tener que bañarnos en la playa en pantalones vaqueros, para no exhibir los cuerpos, me pregunto si al final es eso lo que quieren», lamentó.

Las polémicas bases que excluyen de la subvención municipal todos aquellos eventos que se sirvan del cuerpo femenino o masculino como objeto sexual durante las fiestas no deberían haber salido a la luz, a tenor de lo expresado por la comisión de festejos municipal. Dicho órgano dictaminó en contra de las bases, por mayoría absoluta, señalándose que para ser aprobadas debía eliminarse el articulado polémico. Más aún, se dictaminó que bastaba con incluir una referencia expresa a que no se dará ayudas a los espectáculos de contenido erótico, o sencillamente que incumplan la ley. El gobierno, sin embargo, las sacó adelante sin haber salido hasta el momento a defender su postura.