Las obras para reparar el corte del saneamiento de Candás y Perlora a la altura de El Tranqueru comenzaron ayer con la retirada de parte de la tierra que el pasado mes de marzo se llevó por delante la senda costera y las canalizaciones del citado saneamiento y el gas. La rotura de los tubos por los que deberían pasar las aguas negras de la zona más poblada de Carreño hacia Aboño se encuentra en una zona de difícil acceso, por lo que las grúas y palas se han situado en plena ladera de un monte.

Con el inicio de los trabajos se espera que se recupere la conexión al colector general de saneamiento en un plazo de dos meses, por lo que Candás y Perlora dejarían de verter sus aguas fecales al mar a principios de septiembre. La empresa responsable de los trabajos es Alvargonzález Contratas, que se ha hecho con el contrato de obra por un presupuesto de 350.766 euros.

Los trabajos incluirán también la reparación de la senda peatonal en el tramo afectado por el desprendimiento, si bien la Consejería de Fomento ya ha anunciado que al no ser esta senda de titularidad autonómica tendrán que ser el Consorcio Costa Norte y el Ayuntamiento de Carreño quienes deberán completar las labores necesarias para su apertura al tránsito peatonal.

La solución técnica adoptada, que se ha acordado con el Ayuntamiento, consiste en la construcción de una pasarela peatonal, que servirá tanto para canalizar las tuberías de saneamiento y gas afectadas por el argayo como para recuperar el tramo de senda de El Tranqueru que se hundió con el deslizamiento de la ladera.

La obra es técnicamente muy complicada y, dada la imposibilidad de una actuación sencilla a acometer en un corto espacio de tiempo, el Principado optó por una opción con mayor visión de futuro, a pesar de que inicialmente se había contemplado la posibilidad de realizar perforaciones para restituir los conductos.

La asociación de vecinos de Candás ha pedido que se haga un seguimiento de la calidad de las aguas de baño, mientras tanto.