El gobierno municipal ha atendido las reclamaciones de los hosteleros de Carreño y ha modificado finalmente la normativa de ruidos, solo un año después de su puesta de largo. La modificación afecta a los horarios de apertura y de cierre de los establecimientos en los días de fiesta y con respecto al texto en vigor establece una ampliación del horario nocturno reservado a las principales festividades del concejo, como son las fiestas de San Félix y del Santísimo Cristo.

La modificación, que se prevé aprobar el próximo jueves en el transcurso de una sesión plenaria, incluye ocho nuevas festividades en las que el horario de los bares se podrá ampliar por las noches: el Martes de Carnaval, Semana Santa, la noche de San Juan y otras cinco fechas más «a disposición del Ayuntamiento para actividades singulares», según explicó la concejala de Urbanismo, Cecilia Tascón. Estas festividades se unen a las del Cristo y San Félix, que ya aparecían en la anterior normativa.

Se corrige así un articulado que generó mucha polémica entre el sector empresarial el pasado mes de febrero. El último Martes de Carnaval el horario de los bares quedó fijado como el de un día laborable más, al no ser fiesta en Carreño, lo que indignó a los empresarios, que llevaron a cabo un cierre patronal de sus negocios, secundado solo por algunos.

Al día siguiente, el gobierno se puso manos a la obra y convocó a los responsables de los negocios de hostelería, pero también a los vecinos de las zonas de «marcha» en Candás, con el fin de establecer una modificación de la normativa que conviniera a ambas partes. Fruto de esas reuniones, explicó Tascón, se ha consensuado una modificación que permitirá ampliar al menos en dos horas el horario de apertura de los establecimientos. Así, los bares que antes tenían que cerrar, en su mayoría, entre la una y media y las tres y media de la madrugada, dependiendo de si cuentan con licencia de música amplificada o no, podrán ver ampliada su actividad en las fechas señaladas.

El día que Candás enterró el Carnaval además de la sardina

El último Martes de Carnaval acabó algo antes que otros años en Candás, en torno a las diez de la noche en un puñado de bares de la villa. Esa fue la forma de protestar de algunos empresarios por la normativa de ruidos que establecía la obligación de cerrar en Martes de Carnaval con el mismo horario de cualquier otro martes, informa B. F. Los empresarios colocaron esquelas en sus negocios anunciando la defunción de esa fiesta (en la foto).