Una decena de personas con discapacidad perteneciente al Centro de Apoyo a la Integración de Villalegre (Avilés), de la fundación Fasad, disfrutaron en la playa de Palmera de Candás de un divertido día de sol, a remojo en el «anfibuggy». Este vehículo adaptado a las personas de movilidad reducida, también llamado silla anfibia, facilita el baño y el desplazamiento por la arena con la ayuda de los socorristas. «Solemos venir mucho a Carreño por el verano, ya que tiene playas muy buenas para ellos y la semana pasada nos enteramos de la silla y decidimos reservarla», apuntó la educadora Beatriz Castro. Así las cosas, cada año son más los usuarios que solicitan este servicio a la asamblea local de Cruz Roja- hasta ahora dieciséis- así como las muletas anfibias, que son utilizadas a diario en los arenales del concejo. Todo ello, junto al acceso rodado del que dispone la playa, permite un baño sin barreras, informa M. G. S.