Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

La playa de Palmera, en Candás, ha pasado en sólo tres años de lucir su primera bandera azul de la historia a ser considerada la playa más sucia de Carreño y una de las cuatro más sucias de Asturias, de acuerdo con la calidad de sus aguas de baño. Y es que, durante las últimas semanas del verano recién finalizado, las analíticas del agua realizadas por la Dirección General de Sanidad del Principado de Asturias han otorgado la peor calificación de calidad posible para playas aptas para el baño, pudiendo encontrarse en el agua restos de aguas fecales.

Por eso, aunque se ha permitido el baño, se ha hecho extensiva una recomendación de precaución al hacerlo, según Sanidad, por la alta presencia de «colonias de E. coli y enterococo», gérmenes habituales en las aguas fecales. Esta situación se ha repetido durante todo el verano, aunque de manera esporádica, hasta las últimas semanas de agosto y las primeras de septiembre, en las cuales ha sido más habitual.

Contrasta, además, con la evolución que ha sufrido el saneamiento en la capital del concejo, que durante el mes de julio estuvo vertiendo sus aguas fecales al mar por una rotura en la tubería que debía llevarlas hasta el colector de Aboño. Las analíticas han ofrecido resultados peores desde que se resolvió ese problema, algo que ha causado extrañeza entre los vecinos. «Tenemos muchas reservas sobre el rendimiento de la solución provisional de saneamiento», explica Luis Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Candás.

«Es lógico que tengamos dudas sobre si está funcionando correctamente desde mediados de verano; varios técnicos nos han comentado que su propia estructura, llena de curvas y desniveles, podría dificultar ese correcto funcionamiento», desveló el portavoz de los vecinos.

Por otra parte, y de acuerdo a los datos aportados por la Asamblea Local de Cruz Roja, encargada del salvamento en las playas de Carreño, el arenal candasín ha sido el más frecuentado por los bañistas. Durante los meses de junio registró un total de 283 incidencias, por las 157 de Huelgues, en Perlora, el segundo con más incidencias.

Según el informe, la mayor parte de las incidencias en Palmera se debieron a «heridas y contusiones producidas por las piedras del fondo del mar, así como las ocasionadas en el espigón». En Huelgues, destaca Cruz Roja, la mayor parte de las heridas se debe a los accidentes «en marea baja, cuando se convierte en un pedrero».

En la otra playa de Perlora, Carranques, la segunda más visitada del concejo, las principales incidencias se debieron, como de costumbre, a las rocas, pero se destaca que hubo numerosos problemas «porque los bañistas no hacen caso de las indicaciones de los socorristas».

En Xivares, cerca de la ría de Aboño, los problemas principales los ocasionaron «las fuertes corrientes, así como el agua caliente y los bañistas de avanzada edad». Ninguno de estos arenales sufrió, sin embargo, los estragos de las aguas fecales, como ha sucedido en temporadas estivales anteriores.

Los bañistas siguen llegando a las playas del concejo, como es el caso de Palmera en Candás (en la imagen), aunque con cuentagotas, en la primera semana de otoño. Durante el fin de semana se produjo una afluencia mayor de bañistas. Sin embargo, el comienzo del curso escolar ha dejado parcialmente huérfanos los arenales carreñenses. La playa de Palmera, a pesar de tener los peores resultados en las analíticas de la temporada de baños recién finalizada, siguió siendo un año más la que más afluencia de bañistas tuvo, informa B. F.