La apertura del paseo marítimo entre Candás y Perlora y el regreso de los desalojados a su casa de la calle Astilleros está lejos de hacerse realidad, en opinión del Alcalde de Carreño, el socialista Ángel Riego, quién ha asegurado que uno de los principales problemas a los que se enfrentan es a la negativa de las empresas a retirar los restos del argayo del pasado mes de marzo. "Ninguna empresa se quiere hacer responsable de la difícil tarea de quitar los restos del argayo, pues el remedio podría ser peor que la enfermedad", asegura.

Así las cosas, la solución al cierre prolongado del paseo y el regreso de la familia desalojada por los desprendimientos depende exclusivamente de éstos. "La justicia ya se ha pronunciado sobre esto, y lo correcto es solicitar al juez la ejecución de las sentencias existentes, pero el Ayuntamiento no puede intervenir por su cuenta, sino que debe ser la representación de la familia afectada", aclaró Riego.

El Alcalde desmintió además ningún tipo de presión sobre la familia: "No es cierto que el secretario haya llamado al abogado de la familia para transmitirle ningún disgusto mío, y menos, que lo hiciera el día de la manifestación".