La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llanera

La esencia de la música tradicional

Pedro Pangua es pieza clave en la formación de centenares de artistas como profesor en la escuela municipal del concejo, al que llegó en 1979

La esencia de la música tradicional

En Llanera hubo y sigue habiendo cantera de profesionales de música tradicional. De ello da buena cuenta y es, en gran parte, responsable Pedro Pangua, gaitero y profesor de la Escuela Municipal de Música, que llegó al concejo en 1979 reclamado por la asociación de vecinos de Pruvia (Llanera) para que impartiera clases de baile tradicional.

Pedro Pangua es pieza clave en la formación de centenares de alumnos que decidieron iniciar sus estudios en este tipo de música. "A finales de los 70 llegué a Pruvia para impartir estas clases en las antiguas escuelas y fue cuando se fundó Fonte Fuécara", recuerda. La banda, donde estuvo durante dos décadas, es uno de los emblemáticos grupos de Llanera, que no han dejado de cosechar éxitos desde su formación. "Grabamos tres discos e hicimos actuaciones por Asturias, por todo el país y también en Bretaña", destaca el profesor quien recuerda su presencia "en festivales tan importantes como el de Sóller, Segovia, el de los Pirineos de Jaca o en la clausura de la presidencia de la Comunidad Económica Europea".

Pedro Pangua llegó a Llanera después de formar parte en Ciudad Naranco (Oviedo) del grupo folclórico Los Urogallos, con Milio del Nido, entre otros. "Se trasmitían a los chavales los conocimientos sobre el baile tradicional y fue donde empecé con el baile, el tambor y luego la gaita", señala.

En Llanera continuó con la banda de Pruvia hasta que comienza a crearse la Escuela Municipal de Música y saca la plaza de profesor en un concurso oposición. "Fue la primera plaza de música tradicional que se publicitó en el periódico, aunque luego llegaron las de otras escuelas", afirma.

Pangua recuerda "el boom de los 80 para la gaita, los bailes y la investigación etnográfica" y destaca la creación, entonces, de numerosos grupos. "Era una investigación sobre los bailes, pero también empezaron a interesarse por la gaita y el resto de instrumentos tradicionales", comenta el músico quien firmó parte de grupos como Ubiña y Xaréu.

De sus aulas salieron profesionales que están haciendo carrera como Roberto Junquera, Guillermo Pérez, Pablo Carrera, los hermanos Joglar, Rodrigo Molinos o Diego Pangua, su hijo y profesor en el Conservatorio de Oviedo.

Tiene claro que habrá gente que se acerque a esta música a través de lo lúdico, pero "no cabe duda que para acceder a la profesionalidad debes tener talento y formación".

Como reto tiene ahora conseguir el grado Superior para este tipo de música en el Conservatorio de Oviedo. "Hay varios titulados con el grado profesional y el desarrollo lógico es que se consolide el grado superior", argumenta.

En cuanto a sus proyectos, Pangua está estos días trabajando en la composición del himno de la Unión Deportiva Llanera, un encargo de la directiva y que espera tener terminado antes de Navidades, con letra de Serafín Villanueva.

Compartir el artículo

stats