Después de meses de tiras y aflojas con la oposición y con los vecinos, el Ayuntamiento de Carreño ha iniciado el proceso para la contratación del servicio de asistencia técnica que se encargará en los próximos meses de redactar el proyecto de obra para el arreglo de la ladera del monte Fuxa, afectada el pasado 17 de marzo por un argayo que obligó a cortar el paseo marítimo. Dicho proyecto, tal y como se adelantó ayer en la comisión de Urbanismo, se llevará a cabo por un importe de unos 6.500 euros.

Este avance en la gestión del paseo marítimo de Candás se produce a raíz del acuerdo que secundaron cinco formaciones de la oposición (PP, Foro, UICA, CAUN e IU) y que les concede mayoría en el pleno, por delante del PSOE y Compromisu por Carreño, para forzar a los servicios jurídicos municipales a dirigirse al Principado y exigirle que asumiese la reparación de los destrozos que ocasionaron los desprendimientos del monte. Finalmente, y en virtud de la cesión que la Administración regional hizo al Ayuntamiento de Carreño del vial que une Candás y Perlora en septiembre de 2013, el Gobierno autonómico concedió al concejo una subvención de 150.000 euros para el desarrollo de las "labores de afianzamiento de la ladera anexa a la carretera AS-239, a la altura del paseo marítimo, antes de la entrada a la villa de Candás".

Requerimiento

No obstante, el equipo de gobierno socialista ha dejado claro, una vez más, que el Ayuntamiento no se hará cargo de la ladera anexa a la vivienda que tuvo que ser desalojada hace ocho meses a causa del argayo. La familia Prendes, propietaria de la casa afectada, recibió la semana pasada un requerimiento en el que se le exigía que "reparasen lo que tienen que arreglar", según indicó ayer el alcalde de Carreño, Ángel Riego.

Ante esta situación, Alicia Prendes, portavoz de la familia afectada, manifestó que "según la ley, este documento deberían haberlo enviado en septiembre de 2010, cuando avisamos por registro al Ayuntamiento de que la ladera del monte se iba a venir abajo". Además, Prendes considera que el requerimiento tendría que haberse remitido "a los que excavaron en la montaña" y no a ellos. Aun así, "dentro de lo que cabe estamos contentos por el pueblo y por nosotros, porque se empieza a mover algo ya de todo esto y por fin podremos salir de este entuerto", añadió. Ahora será el abogado de la familia el que tenga que tomar la palabra.