El gobierno de Carreño no cree que al Principado le pueda resultar tan "fácil" acabar con los chalés de la Ciudad de vacaciones de Perlora que están pendientes de una posible declaración de ruina. Esto afecta a 55 edificaciones, pero requerirá una tramitación "larga y complicada", según aclaró ayer la concejala de Urbanismo, Cecilia Tascón. Es más, la edil explica que "una vez se conozca el mal o buen estado de las villas, habrá que considerar si es más propicia económicamente su restauración que su demolición, ya que lo único claro es que se trata de edificios protegidos por el plan general, y que por lo tanto no pueden desaparecer así como así".

La alarma cundió el pasado mes de diciembre, cuando el Principado, que se encuentra realizando desde entonces labores de mantenimiento en el viejo complejo residencial, dispuso vallas y encintados en decenas de edificaciones. Partidos políticos y asociaciones vecinales alzaron la voz de alarma, y solo esta semana se ha podido conocer los planes exactos del gobierno regional para con las villas encintadas, que no es otro que el de estudiar una posible declaración de ruina para derribarlos, lo que afectaría a más de medio centenar.

Eso sí, la concejala de Urbanismo aclara que el Ayuntamiento de Carreño está siguiendo todos los pasos que marca la ley. "Se nos pidió licencia para el derribo de cinco chalés y se les informó de que el proceso para llevar a cabo esa obra tiene numerosos pasos previos", dijo. La Consejería de Hacienda espera tener listo para finales de este mismo mes un primer estudio con análisis del estado en que se encuentran las primeras cinco villas.