Niévares es tierra de naranjas y limones, pero ¿por qué? ¿Qué hace a esta zona tan especial? El fruticultor del pueblo Miguel Solares lo explica: "Se dan muy bien porque aquí hiela poco". De ahí que esta localidad maliayesa goce de buena fama sobre la facilidad que tienen los frutales, en general, para crecer y ser productivos. Así y todo, este maliayés cree que las bondades de esta zona deberían aprovecharse para sacarle mayor rendimiento. Pero Solares lamenta que "la gente no esté por la labor", pues estamos en una época en la que los pueblos viven su particular crisis por el abandono de la tierra por parte de las nuevas generaciones.

No obstante, aunque podría incrementarse el rendimiento del cultivo de cítricos, Solares confima que "es un pueblo típico de limones y naranjas". Y prueba de ello es que "en casi todas las casas tienen alguno" de estos frutales, aunque no sean tantos como los que tiene cultivados este fruticultor, que atiende 11 limoneros y 4 naranjos.

Un ejemplo de cómo afectan las heladas a estos frutales es que regaló ejemplares que fueron plantados en Arriondas (Parres) y a pesar de los cubrieron no lograron salir adelante porque "los quemó el hielo". "Yo ni los tapo ni nada", destaca Solares.

Pero, además de no sufrir demasiado los rigores del invierno y el hielo, en Niévares gozan de otra ventaja: "También es muy soleyero, le da mucho el sol", agrega el fruticultor maliayés. Asegura que incluso hay un estudio en el que se afirma que esta localidad es el pueblo de Villaviciosa que más horas de sol recibe al día, por lo que no es de extrañar que los frutales aprovechen los rayos del sol para que su cosecha sea más abundante.

La tierra caliza es otra razón que hace a esta zona ser buena para cultivar frutales y muy productiva. "Árbol que pones, árbol que sale y que frutea", atestigua Miguel Solares. Por lo que lo tiene claro: "Creo que se deberían plantar más limoneros". Indica que estos árboles no requieren demasiados cuidados más allá de abono y la poda en el otoño.

Las naranjas de sus árboles aún están un poco verdes, aunque se puedan consumir ya. La recolección de limones es durante todo el año, afirma, aunque en abril y mayo están en su mejor momento. Manifiesta que "dan muchísimo siempre" y recoge al año más de 500 kilos de esta fruta, aunque el fuerte viento de las pasadas semanas tiró muchos limones y naranjas de los árboles. En su caso, el destino de la cosecha es el autoconsumo, aunque reconoce que también regala muchos a amigos que regentan establecimientos de hostelería. No tiene duda de que el cultivo de este cítrico tiene salida en el mercado para aquellos que planten limoneros con fines comerciales. Pero en Asturias, en general, sostiene que "hay poca tradición" limonera. "Podría ser una salida. Además, no hay muchas zonas donde se den porque si hiela los quema", incide el fruticultor.

Miguel Solares cultiva más limones que naranjas porque los consume más. Además, argumenta que las asturianas "no son tan dulces como las de fuera". No obstante, las de Miguel Solares son muy apreciadas por los peregrinos del Camino de Santiago, cuya ruta hacia Gijón transcurre próximo a su finca. Argumenta que entre mayo y noviembre son entre 30 y 50 caminantes los que por allí pasan al día. "Me preguntan que si pueden coger naranjas y yo les digo que todas cuantas quieran. Les gustan mucho. ¡Hombre que si las agradecen!", explica. De hecho, sus cítricos han servido para entablar relaciones amistosas con algunos de ellos. Es el caso de una pareja procedente de los Pirineos franceses, que cada año llegan a realizar la ruta jacobea hasta en tres ocasiones.

Niévares también es un pueblo con buena fama por sus manzanas, que, según explica Solares, siempre fueron más valoradas que las de otros lugares de Villaviciosa, capital manzanera de España. En su finca, además, crecen higueras y cerezos.