El cultivo del nogal tiene un gran potencial que en Asturias no se explota lo suficiente para sacarle un rendimiento a su madera y a sus frutos. El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), con sede en Villaviciosa, trabaja en la obtención de variedades locales. El responsable del programa de fruticultura, Enrique Dapena, explica que entre los años 2009 y 2011 realizaron una prospección para seleccionar las 400 variedades que consideraron más interesantes en diferentes lugares de Asturias. El objetivo ahora es trabajar injertando algunos árboles para evaluar su comportamiento. El sector demanda nogales autóctonos, pues la gran mayoría llegan de Francia, Cataluña y California (Estados Unidos).

Dapena sostiene que es un cultivo con un alto potencial porque los frutos secos y la nuez en concreto tienen una serie de cualidades interesantes y beneficiosas para la salud, es un alimento muy completo. A pesar de ello, no hay plantaciones regulares en Asturias y Villaviciosa es una buena zona para su cultivo. Además, la madera de nogal es una de las más apreciadas y la mayor parte se importa.

José Madiedo, con un vivero en Villaviciosa, señala que se plantan "muy pocos" nogales y que tampoco fue nunca un cultivo con gran tradición en Asturias. Pero si antes vendía unos 200 nogales al año (frente a los 4.000 pumares) ahora salen unos 80 de su vivero, sobre todo, injertados. Suelen ser variedades francesas y americanas y cada planta ronda los 20 ó 30 euros frente a los 5 ó 6 de los que no están injertados. Otra diferencia entre unos y otros es que en el primero, a los dos o tres años empieza a dar nueces frente a los diez que hay que esperar en el otro caso. Madiedo también indica que, en Asturias, el interés por este árbol está más en sus nueces, que en su madera.

El viverista maliayés destaca que el "factor limitante del nogal es el suelo", pues requiere "terrenos de vega, junto a los ríos. Viven, incluso, entre roca, y no les valen terrenos arcillosos. Tienen que ser terrenos profundos y donde haya caliza". Dapena agrega que también prefieren fincas orientadas al sur. La vertiente derecha de Rozaes, San Pedro de Ambás, Fuentes y Lugás son las zonas de Villaviciosa en las que mejor se da el nogal.

Bernardo Costales tiene la mayor plantación de estos árboles en el concejo, con unos 600 ejemplares. "No se planta porque la gente queremos el dinero pronto y los nogales tardan en darlo", asegura. En lo que respecta al aprovechamiento forestal compara que si un eucalipto está listo para su corta a los diez años, un nogal tarda 40. En el caso de que se quieran recoger sus nueces, Costales apunta que hay que esperar entre cinco y siete años, si es injertado. El precio del fruto, cinco euros el kilo, parece que tampoco anima a su cultivo.

Bernardo Costales cree que puede ser un complemento a la economía familiar y destaca que son árboles que tampoco requieren demasiadas atenciones. También echa en falta variedades locales, porque tiene que recurrir a importarlas, principalmente de Francia. "La nuez de aquí es dura, rompe, sale pulverizada? Hay poco árboles buenos", argumenta.