Villaviciosa brindó ayer un homenaje a uno de los productos gastronómicos por excelencia en Asturias: la faba. Y la buena debe ser suave, mantecosa y sedosa, según los expertos. El teatro Riera acogió el I Gran capítulo de la Cofradía de Amigos de les Fabes, que contó con el apoyo de otras veintidós cofradías culinarias de Asturias, Galicia, Cantabria, Madrid, dos de Francia y otra de Portugal. Primero desfilaron por las calles más emblemáticas de la Villa y después protagonizaron el acto en el que los veintidós miembros de la nueva entidad juraron como miembros numerarios.

Ismael Fernández, secretario de la Cofradía de Amigos de les Fabes, mostró su satisfacción por la acogida: "Han venido en bloque a apoyarnos. Era hora de crear esta cofradía para un producto tan emblemático". Y avisó: "Aún queda mucho trabajo por hacer".

La nueva cofradía pretende incentivar el consumo y el cultivo de la faba entre los jóvenes. "Hay terreno y hay que demostrar que los cultivos son rentables y que las familias pueden vivir del campo con holgura", defendió Fernández.

El apoyo de otras cofradías fue unánime. Alfredo García, de la Cofradía del Vino de Cangas del Narcea, señaló que todos son "embajadores gratuitos" de los productos de la tierra. María Luisa Llavona, de Doña Gontrodo, destacó la importancia de promocionar a nivel nacional y europeo los productos agroalimentarios, y Eduardo Ortiz, de la Cofradía del Orujo y del Vino de Liébana (Potes), selló el día de hermandad y amistad con una máxima: "El orujo va muy bien con la fabada". También estuvieron los de la Anchoa, de Santoña. Tino San Pedro tiene claro que su misión es "apoyarnos entre nosotros y defender los productos autóctonos de una manera desinteresada".

El acto oficial fue solemne y el presidente de la nueva cofradía, Marino Obaya, se definió como "una reunión de creyentes y practicantes de la faba y del buen paladar". Obaya apostó por "la cultura, el cultivo, la divulgación y el consumo de este producto, que nos lleva al cielo de la felicidad". El Serida (Servicio de Investigación y Desarrollo Agroalimentario) recibió el premio "Faba de oro" y el ingeniero Miguel Ángel Fueyo fue nombrado cofrade de honor. También fue nombrada cofrade y embajadora de la faba de Villaviciosa la cantante mierense Paula Rojo, quien dijo que el nombramiento "es una de las razones por las que una se siente orgullosa de ser asturiana". Rojo se trasladó después a la plaza cubierta de la Villa, donde, ante un numeroso público entregado, pregonó la Feria de la faba, que dura hasta hoy. "Fuera de Asturias tomar fabada o sidra te hace sentir como en casa".