La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los últimos druidas

Un mundo en llamas

Un mundo en llamas

Me despierto con la noticia de que un puñado de gente encontró trabajo en el mes de marzo. Lo paso mal con tanto personal sin poder ganarse el pan de cada día (cinco millones); me duelen los despedidos de la Fábrica de Trubia; se me abre el alma al encontrar tanto indigente por las calles y lo llevo peor viendo hermanos -sin techo- durmiendo en las aceras y en los zaguanes de los malditos bancos. Pero la otra mañana el corazón se me quedó ajado al saber de la muerte de un niño pasto de las llamas en Baselgas de Grado. Un niño muere en el mundo cada cinco segundos por hambre, sed y abandono. Ahora nos arden entre las manos mientras nos hablan con hipocresía de "brotes verdes", de "borracheras racistas", de "la vuelta a la Guerra Civil en labios de un cardenal", del "culebrón del Calatrava", del "dictador Obiang como embajador del castellano"... Mientras esto ocurre, arde la inocencia de Carmelo (3 años) en una humilde casa víctima del desahucio. Arden los valores más profundos del ser humano: la convivencia, la paz, el respeto, la tolerancia, la generosidad y la mano amiga tendida palma abajo. En verdad que vivimos en un mundo en llamas.

Compartir el artículo

stats