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Carreño

El Principado actuará en la carretera de Gijón,aunque el concejo pide asfaltar Tabaza

Tramo de la carretera entre Candás y Tabaza. braulio fernández

La carretera entre Candás y Tabaza, la AS-110, podría quedarse sin financiación regional para su completo reasfaltado. El principal punto negro de la red vial en Carreño, que el año pasado se cobró tres vidas, y otras tantas en el último lustro, mantiene "preocupado" al gobierno de Carreño, tal y como ha manifestado el Alcalde, Ángel Riego, que así se lo ha hecho saber al director general de Infraestructuras del Gobierno del Principado, Juan Fernández Pereiro.

Y es que los planes del gobierno regional son bien diferentes, ya que la única inversión que se tiene prevista para las carreteras del concejo este año tiene que ver con la AS-19, la vieja carretera entre Gijón y Avilés, que atraviesa Carreño. Esta actuación ya ha sido comunicada por el Principado al gobierno carreñense, y tan solo está pendiente de confirmación de crédito.

Sobre la AS-110, sin embargo, habló Riego, asegurando que "le trasladamos al director general nuestra preocupación por esta carretera y la necesidad de reasfaltarla". Sobre esta vía autonómica, el pleno municipal ya adoptó acuerdos para incrementar su seguridad, especialmente tras el accidente que el pasado año se cobró la vida de tres personas de una misma familia, que su suma a una larga lista de siniestros. "El Principado realizó mejoras en ella como la reparación de baches y del blandón en La Menudina, pero fueron soluciones temporales, y es necesario actuar reasfaltando la misma", insiste el alcalde.

Desde que se produjese aquel fatal accidente, el Principado ha efectuado, eso sí, algunas modificaciones en la señalización horizontal del vial. Así, desde el pasado verano se colocó una línea continua a lo largo de los ocho kilómetros que enlazan Candás con Tabaza, con dos solas excepciones: la recta de la gasolinera frente a El Llano y un pequeño tramo a la salida de la rotonda exterior de Candás.

Durante varios meses se intensificaron los controles de velocidad, sorprendiendo a muchos conductores debido a que el máximo de velocidad permitido es de 90 kilómetros por hora, y no cien. Sin embargo, no se colocó ninguna señalización vertical al respecto, como sí se hizo hace pocos meses en la AS-118, variante entre Gijón y Luanco, cuya mayor longitud se encuentra en Carreño.

Las reclamaciones sobre la carretera entre Candás y Tabaza, que es la vía de salida natural hacia Oviedo, también de los luanquinos, no son las únicas que se reproducen estos días entre políticos y vecinos. La otra tiene que ver con el exceso de velocidad en la carretera que atraviesa Perlora, paralela a las vías del tren, que ha causado alarma vecinal.

En su caso, el Principado ya aprobó medidas para limitar la velocidad, hace un año, pero ninguna de ellas se ha puesto en marcha. Se trataba de instalar, entre otras, bandas reductoras y nueva señalización.

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