Los análisis encargados por la Dirección General de Salud Pública a raíz de que varios usuarios de la playa de Palmera, en Candás, salieran con picores del baño confirmaron ayer sus temores. La calidad del agua es insuficiente, por lo que el Ayuntamiento de Carreño ha colocado por el arenal y en sus accesos carteles en los que se desaconseja el baño. De igual forma, la bandera amarilla preside la zona.

El color de la bandera es la misma que la de la semana pasada, cuando salieron los bañistas con picores. La concejala de Medio Ambiente, Cecilia Tascón, explica que "el baño no está recomendado, pero tampoco prohibido. Si te bañas debes darte una ducha después".

Lo que desconoce la edil es el resultado concreto de los análisis que ha llevado al Principado a considerar el agua no apta para el baño. "No lo sabemos, hemos pedido los informes y también un nuevo muestreo, que realizarán el próximo lunes, además de otro que hemos realizado nosotros hoy -por ayer-, para tener más detalles", explica Tascón.

Así las cosas, la playa de Palmera no tendrá baño, o no debería tenerlo, mejor dicho, como mínimo hasta el próximo viernes, cuando se publiquen los nuevos análisis del agua. Una semana que se suma a la pasada, en la que el chapuzón veraniego ya estaba en entredicho después de las quejas de los usuarios a los socorristas, que llegaron a colocar la bandera roja.

Hasta ayer, el gobierno local había asegurado que la calidad de las aguas era correcta, y que no había contaminación. Los análisis del Principado, realizados el lunes y el miércoles, aclaran ahora que aquellos bañistas que se zambullesen en Palmera durante los últimos cinco días lo hicieron en aguas con alta presencia de bacterias o elementos contaminantes en una cantidad hasta ahora desconocida en Candás, puesto que, salvo por el vertido de fuelóleo responsabilidad de Hidroeléctrica en 2012, sus aguas siempre habían sido buenas.

La más baja calificación sanitaria del agua se ha correspondido en Candás con una bandera amarilla, además, ocho años después de que la misma calificación condujese a una bandera negra en la playa perlorina de Huelgues, en 2007, y que recibía aguas fecales de la ciudad de vacaciones.