"¿Realizar nosotros la obra? De eso ni hablar". Así de contundentes se muestran los vecinos de las calles Carlos Albo y Pedro Herrero de Candás en respuesta a la resolución municipal que les obliga "de forma inmediata" a acometer el enganche al colector general para dejar de verter aguas fecales al mar. Los propietarios de los inmuebles afectados por la medida se oponen rotundamente a ello. Aseguran que la ley les ampara y están dispuestos a llegar a la vía judicial para poner fin a esta batalla, que consideran "injusta".

"Llevamos muchos años, casi 40, pagando como el resto de vecinos de la villa. En su momento, cuando el Ayuntamiento de Carreño hizo el proyecto de saneamiento, a nosotros nos dejaron fuera. Bueno, pues ahora que no pretendan que paguemos el error que ellos cometieron", declara Juan Matías Muñiz, presidente de una de las comunidades de propietarios de la calle Carlos Albo.

El mismo argumento utiliza Covadonga Fernández, de Pedro Herrero, que añade que la situación "no nos parece normal". Más aún cuando el equipo de gobierno local lleva años discutiendo si solucionar el problema o no. De hecho, esta vecina, al igual que otros muchos residentes en el entorno de la antigua fábrica de conservas Albo, lleva décadas luchando por una conexión de sus edificios al colector de saneamiento de Candás. El objetivo siempre fue evitar, entre otras cosas, que cada vez que lloviese de forma intensa se repitiese la misma historia: que las aguas residuales saliesen directamente al mar.

Después de años de litigio, fue en 2013 cuando el Ayuntamiento puso sobre la mesa una nueva solución, que sin embargo no consiguió agradar a los vecinos. Ahora, después de que los últimos vertidos evidenciasen el grave problema que supone la falta de saneamiento en dos calles del centro de Candás desde el punto de vista sanitario y turístico, el Alcalde, Ángel Riego, ha tomado la decisión de instar a los vecinos a que resuelvan ellos mismos el asunto.

"De eso nada. Entonces, ¿para que estuvimos pagando durante todos estos años?", denuncia Dionisio Jiménez. La misma opinión tiene José Antonio Calleja, aunque él sólo reside en la zona durante los meses de verano. Contra la resolución de la Alcaldía sólo cabe un recurso judicial, lo que ha motivado que los vecinos organicen reuniones. La próxima tendrá lugar el martes, a las 20 horas, en la sede de IU. No obstante, la decisión ya está tomada: lucharán hasta el final. "Nosotros vamos a tirar hacia adelante", sentencia Juan Matías Muñiz.