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Carreño

Las latas tiran del turismo candasín

La muestra sobre la industria conservera local es el principal atractivo para los visitantes, que se mantienen con respecto a 2013

A la izquierda, una sartén antigua donde se pasaba el pescado antes de meterlo en la lata. A la derecha, una máquina y un carro en la exposición. MÓNICA G. SALAS

El museo regional de la pesca y de la conserva, que el Ayuntamiento de Carreño pretende instalar en la antigua fábrica Ortiz, no acaba de llegar. Pero es en su lugar la exposición permanente sobre la industria conservera de Candás, ubicada en el antiguo aljibe de la empresa Alfageme, la que concentra todas las miradas. La Oficina Municipal recibió en julio un total de 1.371 visitantes, 55 menos que el verano pasado, atraídos principalmente por esta muestra, como asegura María José Fernández, responsable del centro de información turística de la villa marinera. No obstante, al igual que en años anteriores, también son muy reclamados el paseo de San Antonio y el faro, la iglesia de San Félix con la imagen del Cristo, el Museo Antón, que alberga una exposición dedicada a su 25º. aniversario, el paseo costero hasta Perlora y, ya más lejos, el Cabo Peñas.

Asimismo, los turistas se interesan especialmente por las actividades estivales que programa Candás. Este año, además, con récord de eventos. Aparte de los tradicionales, como el Salón de teatro costumbrista, que se celebra hasta el próximo 31 de agosto en el Prendes, también se han organizado nuevas actividades, como el I Festival de sidra de selección y natural, que acogió el fin de semana el puerto local. Todo eso suma y llama la atención a los turistas nacionales, que son los que más se acercan a Carreño. Se trata, además, por lo general, de una visita exprés para conocer en una mañana o en una tarde la capital y volver a su municipio habitual de veraneo. Por la oficina municipal, ubicada en la planta baja del viejo Ayuntamiento, en la plaza de El Paseín, pasaron el mes pasado 1.308 visitantes nacionales, procedentes en su mayoría de Asturias, Madrid, Castilla y León y Andalucía, frente a 63 internacionales.

La exposición de la industria conservera de Candás, que tanto atrae a los turistas, muestra la historia del sector en la villa a través de maquetas y piezas originales, que vienen acompañadas por fotografías antiguas, aportadas por familias vinculadas a la conserva en Candás o de otras asociaciones del concejo. Este periódico ha realizado un recorrido por sus instalaciones para descubrir cuáles son los rincones que más llaman la atención a los turistas.

Pablo Sánchez, monitor de promoción turística del taller de empleo "Vía accesible", de Carreño, que gestiona en la actualidad la muestra, destaca los toneles y las latas que antiguamente se utilizaban para envasar. También toda la maquinaria que surgió a raíz de la revolución industrial y las pegatinas que acompañaban a las latas. Con todo, "se muestra el origen y la evolución que experimentó el sector con el paso de los años. Y aunque ya no queda ninguna fábrica en activo en Candás, tratamos de promover la reflexión y de hacer ver al turista que la industria conservera sigue viva en la memoria cultural del pueblo", sostiene Sánchez.

Del pasado pesquero de Candás quedan algunos testigos en esta exposición, como es la maqueta del complejo conservero de Albo, que fue construida por Isidoro Fernández Menéndez entre los años 2003 y 2008, tomando como referencia el estado del complejo en los años 50 del siglo XX. Junto a ella también está la réplica del complejo conservero de Bernardo Alfageme, que hace años se encontraba justo encima de la exposición (lo que hoy es el parque de Les Conserveres). Precisamente por esta razón, esta maqueta sorprende tanto al turista que llega a Candás. Sus ojos están viendo lo que años atrás era una bodega de sidra achampanada.

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