El gobierno socialista de Carreño aprobó ayer el presupuesto para 2015, de casi 13 millones de euros, de una forma llamativa: en un receso de la sesión, después de que la Corporación rechazase de forma mayoritaria las cuentas, y antes de que se siguiese con el Pleno ordinario de diciembre.

Fueron diez minutos los que pasaron desde que el alcalde, Ángel Riego, concedió el receso, hasta que -mientras 11 concejales de 17 aprovechaban para ir al baño o a tomar un café- el PSOE aprobó el presupuesto -que anteriormente se había rechazado- en una junta de gobierno celebrada de forma urgente e improvisadamente en la sala anexa al salón de plenos. Con todo, el PSOE está respaldado por la nueva ley de haciendas locales, ya que al estar prorrogado el presupuesto anterior, el de 2013, la junta de gobierno es competente para aprobar unilateralmente unas cuentas si éstas son rechazadas previamente por el Pleno. Y les faltó tiempo.

"El equipo de gobierno socialista optó por la aprobación de forma urgente para evitar una prórroga presupuestaria duplicada que únicamente privaría de inversiones a la ciudadanía de Carreño", explicó Amelia Fernández, concejala de Hacienda, al finalizar la sesión.

Los concejales de la oposición, de hecho, siguieron debatiendo otros asuntos después del receso, desconociendo que había un presupuesto ya aprobado. "En un receso, a escondidas, y en Junta de Gobierno", exclamó José Ramón Fernández, concejal del PP, principal partido de la oposición al respecto al conocer el trámite.

"No se han dado las condiciones para prestar nuestro apoyo al presupuesto. Hubiéramos querido negociar y pactar en beneficio de los vecinos, pero el PSOE concibió el Pleno como un trámite para aprobar su presupuesto como hicieron", añadió. De hecho, se trata del primero de la historia del gobierno del PSOE en Carreño, de casi 16 años de recorrido hasta la fecha, en que se aprueba un presupuesto sin contar con otras fuerzas. En esta ocasión no había necesidad de llegar a ese extremo por la oportunidad que en este sentido brinda la ley.

Esto lo ha aprovechado el gobierno para presentar unas cuentas en tiempo y forma, antes de acabar el año, y con las inversiones y reparto de gastos que han decidido sus seis concejales. La minoría había impedido hasta ahora al PSOE aprobar unas cuentas en solitario, puesto que siempre han gobernado en coalición o en base a apoyos de otros grupos, a los que han tenido que atender en sus peticiones para incorporar al presupuesto.

Las cuentas asumen las primeras necesidades del concejo, según Amelia Fernández. "Los problemas reales del concejo, como empleo, servicios sociales, medioambiente y garantía de calidad en los servicios públicos son las prioridades del gobierno socialista, y el presupuesto presentado incluye los recursos necesarios para asumir estos compromisos. Por lo tanto afrontamos la responsabilidad de gobernar dotando a Carreño de un presupuesto que permite poner en marcha iniciativas encaminadas a hacerlos realidad", añadió.

La concejala considera "lamentable que grupos que se consideran alternativa de gobierno abanderen el no por el no y antepongan los intereses de partido al interés general de Carreño". Además insistió en la necesidad de aprobar el presupuesto como garantía de aplicación de la normativa de estabilidad presupuestaria que la legislación nacional obliga.

De las cuentas destaca especialmente el gasto de personal, que se come casi la mitad del presupuesto, 4.983.000 millones de euros. Entre los gastos más destacados, aparte de este, figuran el de la factura energética, de 750.000 euros, el pago de la deuda pública, de 647.000 euros, la ayuda a domicilio, con 554.000 euros, o el plan integral de la zona rural, íntegro para inversiones, con 450.000 euros reservados. El capítulo de festejos para 2015 cuenta con un gasto de 195.920 euros.