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La demanda supera por segundo año el número de plazas del colegio Peña Careses

La dirección insiste en que se amplíe la cubierta del patio exterior, lo que colmaría las principales necesidades del centro

Alumnos a la entrada del colegio Peña Careses. MANUEL NOVAL MORO

El colegio de educación infantil Peña Careses, de Pola de Siero, sigue resultando muy atractivo para las familias, y este año, cerrado ya el plazo de inscripción, el número de alumnos que demandan matricularse en el centro ha vuelto a ser superior a la oferta en el curso de tres años, que es en el que acceden los nuevos alumnos.

Según la directora, Rosa Sánchez de Con, debido a las ratios de alumnos por aula establecidas por la ley, el colegio no puede superar las 92 vacantes, que corresponden a cuatro aulas de 23 alumnos cada una.

"Hasta el año pasado, el colegio tenía mucha demanda, pero no nos veíamos obligados a baremar, porque siempre había plazas disponibles; pero el año pasado ya se quedaron alumnos fuera, y éste también: hubo 99 solicitudes, con lo que siete alumnos no han sido admitidos y han tenido que ser reubicados en otros centros", explicó la directora.

En cuanto a los alumnos del curso de cuatro años, este curso no había ninguna vacante. Estaban cubiertas las 92 plazas disponibles. Sin embargo, el centro se ha visto obligado a añadir un alumno más, que había solicitado la plaza por cambio de domicilio, por imposición de la Comisión de Escolarización.

Sólo el curso de alumnos de cinco años cuenta con plazas disponibles. La razón es que la ratio es diferente, se admiten 25 alumnos por clase, con lo cual han quedado 11 vacantes, y todos los alumnos que hasta ahora lo han solicitado han conseguido plaza.

El colegio se cuenta entre los mejor considerados de su entorno en educación infantil. Su plantilla está formada por 19 docentes y un auxiliar educador. Y además de la docencia habitual de las aulas cuenta con aula de pizarra digital; aula modelo para trabajar con ordenadores, psicomotricidad y biblioteca.

Asimismo, tiene en funcionamiento un servicio de comedor escolar con capacidad para ochenta alumnos que está teniendo plazas disponibles todos los años.

No obstante, el equipo directivo subraya todavía varias carencias, algunas de las cuales están en proceso de solución. Entre ellas está la reparación de toda la cubierta del centro. En los últimos años se ha ido deteriorando, e incluso aparecieron goteras en las aulas. El Principado emprendió un trabajo provisional de apuntalamiento para evitar daños, pero está pendiente la obra de reparación definitiva. La directora dijo que el proyecto ya está en marcha y que se emprenderá en breve plazo. Lo más probable es que se haga en dos fases para permitir que se pueda seguir dando clase. Las obras durarían unos cinco meses.

Otra de las necesidades más apremiantes, en la que no dejan de incidir en el centro, es la ampliación de la cubierta del patio exterior. La actual es, a todas luces, insuficiente, y en los días de lluvia -que son abundantes a lo largo del año- se encuentran con muchas limitaciones.

El patio, eso sí, está siendo objeto de una intervención artística. Alicia Medina, madre de una exalumna, está pintando un gran mural en la pared del fondo.

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