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Meres trata de recuperar su nido de cigüeñas, arruinado tras quebrar el poste

El tradicional cobijo de las aves en Siero se vino abajo días atrás y se cobró la vida de una cría recién nacida

Pollos de cigüeña en 2006 en El Puerto (Somiedo); después se derrumbó el teito donde anidaban. L. M. ARCE

La parroquia de Meres (Siero) trabaja para recuperar su nido de cigüeñas. El tradicional cobijo de una pareja de estas aves migratorias, que escasean en la región, se arruinó pocos días atrás, cuando el tronco sobre el que se apoyaba se quebró. Un suceso que consternó a los vecinos, muy encariñados con las cigüeñas, ya que además se cobró la vida de una cría nacida en Meres un par de semanas atrás.

"Traemos un gran disgusto. Cayó el nido con el cigüeñín dentro", explica Avelino Cabeza. Y es que esta pareja de cigüeñas era ya un vecino más de la parroquia, tras un lustro anidando en Meres, siempre en ese poste cercano al santuario de la Virgen de la Cabeza que se quebró días atrás.

"El tronco estaba mal, había podrido. Está lleno de hongos, lo que puede haberle afectado, y si a eso unimos que los nidos de cigüeña pesan mucho, pues explica que se partiese", comenta el ornitólogo local Enrique Pascual Jarero.

La pérdida de la cría ha sido especialmente dolorosa, ya que el asentamiento de cigüeñas con fines reproductorios en Asturias es ciertamente poco usual. "En Meres ya habían criado con éxito dos o tres antes. Pero lo de esta cría es una pena, porque precisamente el día que se quebró el poste fue el primero que se la pudo ver bien, allí en el nido, mientras la madre la daba de comer", relata Enrique Pascual Jarero.

La pareja de cigüeñas, pese a todo, sigue rondando la zona. "Después de caerse el nido estuvieron posadas en los árboles de las cercanías, como si buscasen el nido o a la cría", explica Jarero. "Las hemos visto sobrevolando la zona estos días, siguen por aquí", constata Cabeza.

Ahora, un grupo de vecinos vinculados a la asociación de vecinos de Meres-Fonciello se están organizando para instalar un nido artificial en un nuevo poste, con la idea de que la pareja de cigüeñas pueda volver a anidar en la parroquia este mismo año. Un deseo que comparten todos los residentes, que ya se han encariñado con estas aves migratorias.

"Vamos a resolverlo. Nuestra idea es recuperar el nido e instalarlo en un álamo que hay al lado del poste que se quebró", explica Eduardo Martínez, de la asociación de vecinos de Meres-Fonciello.

El proyecto del colectivo pasa por recuperar el nido que se ha caído y subirlo al nuevo árbol, previo permiso de los propietarios de la finca: "El nido es bueno, con base de varillas de metal. Lo instalamos hace cosa de tres años y, si no está muy dañado, puede seguir dando el servicio", comenta Martínez.

El líder vecinal relata además que cuando se instaló el nido ya se percibieron algunos daños en el tronco, pero no se preveía un deterioro tan rápido. "El otro árbol está sano. Ya lo miramos en su día, pero es más alto y no teníamos la manera de subir el nido hasta allí", explica Martínez. Ahora se trataría de vencer esa dificultad usando una grúa para elevar el nido hasta allí.

La reinstalación del cobijo, en todo caso, se demorará hasta el verano. El objetivo de la asociación de vecinos es resolverlo en torno al mes de agosto y tenerlo todo preparado para que el próximo invierno la pareja de cigüeñas pueda retornar a Meres.

Lo usual es que las cigüeñas lleguen a Siero en torno al mes de febrero y se mantengan en la zona hasta agosto, cuando emigran a otras latitudes. Un hábito que los vecinos de Meres confían en que puedan mantener.

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