"Esta es una Virgen muy querida por todos los asturianos, no solo por los de aquí". Adelina Blanco, vecina de Oviedo, llegó ayer al santuario de la Virgen de la Cabeza de Meres poco después de las once de la mañana, acompañada de una amiga. "Llevamos muchos años viniendo; siempre que podemos, nos acercamos". Como ellas, cientos de personas demostraron una gran devoción en el día grande de las fiestas de la localidad. Durante toda la mañana hubo oraciones en la capilla del santuario presidida por la Virgen, y al mediodía comenzó la misa solemne oficiada por el obispo auxiliar de Oviedo Juan Antonio Menéndez, y varios sacerdotes de las parroquias del entorno.

El santuario había contado hasta ahora con unos visitantes excepcionales, unas cigüeñas que habían anidado sobre un poste de las inmediaciones. Dicho nido se quebró y por un momento se temió que las cigüeñas no volviesen. "Pero sí están, andan por ahí, no se fueron", aseguró ayer Avelino Fernández.

Una vez concluida la misa, comenzó la procesión por el entorno del santuario. Los fieles se turnaron para llevar en andas la imagen de la Virgen, en una procesión encabezada por la banda de gaitas El Piñote, y siempre con la presencia de uno de los grandes impulsores de la fiesta de los últimos años: Avelino Fernández, "El Rilu", presidente de la Comisión de Festejos.

Durante toda la jornada, además, los fieles tocaron o besaron la imagen de la Virgen y encendieron velas en su honor para hacerle peticiones. Se encendieron cerca de ochocientas velas en el santuario de Meres.

La fiesta continuó con una animada sesión vermú en las carpas del santuario, y por la noche se celebraría una verbena multitudinaria, amenizada por los grupos Assia y Waykas Family.

El programa concluye hoy con el día del socio. A las seis de la tarde hay una misa por los difuntos de la parroquia, y en el transcurso de la celebración se impondrá la medalla de oro de la Virgen de la Cabeza a Pilar América González Gamonal. Desde las siete de la tarde se repartirán el bollo y el vino y Pasito Show amenizará la última verbena.