El proyecto de crear una senda peatonal de 10 kilómetros entre Villaviciosa y Rodiles suma apoyos después de que sus promotores consensuaran una variante con los ornitólogos para obtener también su beneplácito.
"Es una verdadera maravilla porque daría mucho juego a la Villa y a quienes vengan de fuera". Es la opinión del presidente de la Federación de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado Asturias, Juan Rionda, que acoge con los brazos abiertos esta iniciativa, que le parece estupenda tanto para recorrerla a pie como en bicicleta. "No sé por qué no está hecha ya", se cuestiona, pues para él "el éxito está garantizado", y la compara con la ruta del Alba (Sobrescobio) o del Cares (Cabrales). "Si hubiera sido alcalde de Villaviciosa ya estaba hecha", insiste. Sostiene que sería una senda apta para familias con niños y senderistas que quieran disfrutar del encanto del estuario maliayés, que es Reserva Natural Parcial, y con gran interés ornitológico. Además, este paseo "no perjudica a la ría", concluye.
Un gran conocedor del entorno es el exdirector de la reserva, Antonio Alba. Coincide con Rionda en que esta senda entre Villaviciosa y Rodiles "se tenía que haber hecho hace mucho tiempo". "Medioambientalmente no tiene ningún problema", defiende Alba; además, sería "precioso y daría un gran servicio a Villaviciosa". Cree que es un proyecto "económico".
Este sendero estaba presupuestado en unos dos millones de euros, pero la nueva variante supone una rebaja del coste en unos 200.000 euros porque se ahorran las pasarelas de madera y los puentes de las cárcovas, explica uno de los promotores, Juan José Tielve. Así que el nuevo trazado ronda ahora los 1,8 millones de euros, que sigue siendo un gran escollo en estos tiempos de apreturas económicas.
Como la intención es sumar apoyos y que sea un proyecto que satisfaga a todos los sectores, los promotores de la idea pidieron asesoramiento a los ornitólogos. De estas conversaciones surgieron medidas correctoras que mejoran el trazado inicial, que atravesaba dos zonas sensibles y que ahora las evita.
En el tramo de los porreos (terrenos ganados al mar) de Muslera, La Enciena y La Marquesa -entre la fábrica de El Gaitero y el antiguo molino de mareas de La Enciena-, el paseo se desplaza desde el borde de la ría hacia el interior. Para aquí se ha previsto una pantalla de madera que evite interferir en la rutina de las aves, que se podrán observar a través de unos ventanales.
La otra zona sensible es el porréu de Sebrayu, donde está el único carrizal del humedal y el lugar más importante de cría y refugio de muchas especies, por lo que el paso de una senda podría afectarles. Finalmente se opta por utilizar los caminos que ya existen. Además, la actual propuesta incorpora un observatorio de aves en el Pica L'eru. Tielve explica que la senda, así planteada, irá "dentro de la reserva pero fuera de las zonas sensibles".
El objetivo final de la senda entre Villaviciosa y Rodiles sería completar el Gran Recorrido Europeo Costero en el litoral maliayés y enlazar con otros paseos de Colunga y Gijón.
