"Le asignaré un cero a los políticos que desde hace años nos han ido cambiando las leyes educativas, sin reparar en si lo estaban haciendo bien. Un notable para los alumnos que nos han enseñado lo que es el mundo real. Ellos han sido los encargados de dar la ilusión y la alegría al centro. Un nueve para los profesores, por su esfuerzo y trabajo durante años, que en ocasiones no se ha visto valorado. Y mi diez va para el pueblo de Candás, que nos ha visto crecer y nos ha cuidado tan bien". Así comenzaba ayer el discurso de Carmen Cañedo, actual directora del instituto de Candás con motivo de la celebración del cincuenta aniversario del centro. Un discurso caracterizado por el humor inspirado en la labor docente, que logró arrancar sonrisas a los profesores más serios.

A modo de colofón de las actividades que han estado desarrollando esta semana los alumnos del centro candasín, un gran número de profesores y antiguos directores se reunieron ayer en el centro polivalente de La Baragaña, en un evento que destacó por su emotividad y por los numerosos reencuentros.

Uno de los momentos más llamativos fue el discurso de Ángel Martín, primer director del instituto de Candás. Recordaba su llegada a la villa marinera de una forma muy especial. "Comencé como profesor de Física y Química. Todos me decían que Candás tenía algo especial y, sin duda, con el paso del tiempo lo he descubierto. Su gente me acogió con cariño, formé mi familia aquí y en agosto de 1969 me dieron la oportunidad de convertirme en el director del instituto de Candás. Una fecha que no se me olvidará nunca. Sin duda podemos decir que somos unos privilegiados, tenemos unas vistas preciosas de nuestro maravilloso faro y nuestro mar Cantábrico", añadió.

No faltó una mención a la primera mujer que dirigió el centro, Clara Barrero, quien, debido a una indisposición, no pudo asistir al acto. Aplausos y sonrisas llenaban la sala, que acogía a numerosos profesores, muchos de ellos ya jubilados, como Ceferino García, profesor de Biología. "Me encanta que, aunque sea en estos eventos, nos juntemos tantos años de docencia", subrayó.

El alcalde Ángel Riego tomó parte en la celebración y se despidió de su último acto educativo de una forma muy emotiva: "me siento muy orgulloso de los alumnos de este concejo. Para los que hemos estado en el mundo de la docencia creo que no hay mayor recompensa que ver cómo muchos de nuestros alumnos han conseguido sus objetivos y, aunque pasen los años, vengan a visitarnos y nos cuenten sus experiencias". Ana González Rodríguez, consejera de Educación del Principado de Asturias, se sumó a la celebración y aprovechó para recalcar la importancia de una educación pública y del derecho de todos los carreñenses a tener una educación garantizada.

Como recuerdo de un aniversario tan especial, los directores recibieron un pin conmemorativo diseñado por uno de los actuales alumnos de cuarto curso del centro, Bo Ji. Para finalizar, los profesores y directores pudieron disfrutar de un ágape, en el que las conversaciones versaron sobre los buenos momentos vividos en el centro, que para muchos se convirtió en su segunda casa.