Los propietarios del edificio de Perán que se incendió el pasado 3 de mayo solicitarán, tras el pleno de investidura, la licencia del Ayuntamiento necesaria para acometer una rehabilitación integral del inmueble.
El caso de Laura, que residía en la vivienda siniestrada y también trabajaba en ella, en el bar Correcaminos ubicado en la planta baja, que regentaba desde hacía una década, consiguió despertar la solidaridad de sus vecinos y conocidos, que se unieron a través de las redes sociales para apoyarla a ella y a su hijo de 4 años. La joven y el pequeño se quedaron en la calle tras el incendio.
Un grupo de Facebook ha estado tratando de coordinar la recopilación de ropa y de enseres que puedan ser útiles para Laura y su hijo.
Ahora Laura da las gracias por toda la solidaridad que los vecinos de su concejo han depositado para que vuelva a rehacer su vida. "Quiero mostrar mi más profundo agradecimiento a todas aquellas entidades y personas que han mostrado su solidaridad hacia mí y hacia mi hijo en los momentos duros que estamos viviendo" comentaba. Y pide al Ayuntamiento que la vivienda se rehabilite, ya que es uno de los edificios más antiguos de Perán.
El edificio fue motivo de litigios entre la asociación vecinos "Río Espasa" de Perlora, los diferentes dueños y las administraciones, tanto autonómica como local, ya que se pretendía incluir el espacio en el que se levanta como de dominio público marítimo-terrestre.
Reconstrucción
La reforma será de envergadura, ya que los propietarios piden una reconstrucción de todas las fachadas afectadas, manteniendo las características de la fachada principal que da hacia la carretera, ya que entienden que debería estar catalogada. El resto de fachadas serán ventiladas y acristaladas, mientras que la de la parte trasera tendrá paneles en forma de olas con vistas a la bahía y a la Ciudad de Vacaciones de Perlora.
El interior del edificio también cambiará sustancialmente, con la finalidad de darle un uso turístico al inmueble.
