Menos mal que ayer los candasinos pudieron celebrar de nuevo San Antonio en su capilla, después de cuatro años sin la misma, ya que tuvo que ser desmontada por peligro de desmoronarse ante los sucesivos argayos del monte. Llovió y mucho justo a la hora de la fiesta, pero los candasinos acudieron fieles a un festejo que ayer, por ser de nuevo en la capilla, tuvo un sabor especial.

Fueron varios los valientes que con paraguas en mano se acercaron hasta el prao de la Gervasia ilusionados por volver a ver su ermita de San Antonio. "Ha sido una pena que hiciera este día tan malo, no hemos podido disfrutar de la ermita que tanto echábamos de menos. Pero la han dejado preciosa y esperemos que se quede aquí durante muchos años", aseguró Dolores Artime, vecina de Candás, que se acercó ayer para volver a repicar la campana, como manda la tradición.

Manuel Posada se resigna al mal tiempo que casi todos los años consigue estropear la romería. " Ya es costumbre que en las fiestas de San Antonio llueva; creo que este año todos hemos rezado para que el tiempo nos diera un poco de sol, pero no ha sido así. Eso sí, la capilla está incluso más bonita que antes" comentó Posada.

En el interior se celebró una misa que sirvió de inauguración y a la que asistió la nueva alcaldesa de concejo, Amelia Fernández, que a la salida de la ermita, fue felicitada por todos los vecinos que se encontraban allí.

Debido al mal tiempo el desafío de corte de tronco en la modalidad de parejas que se iba a disputar en el prao, tuvo que ser trasladado al patio cubierto del colegio Poeta Antón. Y es que el prao de la Gervasia quedó convertido en un barrizal. El desafío estuvo muy reñido hasta el final. La pareja formada por Jairo Feito y José Riesgo no se lo puso nada fácil a los que finalmente terminaron siendo los vencedores de esta modalidad, Esteban Muñiz y Daniel López.