Cientos de personas, en su mayoría amigos, arroparon ayer a la familia en el último adiós al joven de 21 años Diego Alonso Rodríguez, conocido cariñosamente por "Dieguín", componente de la Banda de Gaitas local. El chaval falleció el domingo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) después de años de lucha contra la enfermedad.

"Dieguín" acababa de finalizar sus estudios de auxiliar de enfermería en la clínica Rozona y había comenzado sus práctica en el nuevo HUCA. Su pasión era la música, esas gaitas que ayer le despedían a las puertas de la iglesia San Félix de Candás.

Rodeado de un centenar de personas, el féretro de Diego entraba a hombros de sus mejores amigos en la iglesia, donde le esperaba sus familiares. Padres, abuelos, tíos y primos eran incapaces de ocultar su angustia, expresada sin necesidad de palabras, ante las constantes muestras de cariño y solidaridad que recibieron a lo largo de los últimos días por parte de un concejo volcado en el difícil objetivo de proporcionar consuelo.

Conmocionado también por la terrible situación, el párroco encargado de dirigir el acto religioso, José Manuel García, calificó el de ayer como un "día duro" y destacó durante la misa el profundo silencio en el que transcurrió la ceremonia, solamente interrumpido por sollozos de familiares y amigos.

Al conocerse la fatal noticia, las redes sociales se llenaban de frases de despedida dirigidas al joven candasín, a cada cual más emocionante. Como la de Mariano Blanco: "sólo muere aquel a quien se olvida; por eso, tú Dieguín, nunca morirás, porque somos muchos los que siempre te recordaremos".

O la de Daniel García Vega, compañero de la banda: "Por suerte, en la vida toqué en muchos lados y en muchos eventos, bastantes junto a ti, pero nunca toqué un entierro, y si ya es duro de por sí, en el tuyo, amigo, no hay palabras para describirlo. Diego, hoy te despedimos por última vez. Siempre estarás con nosotros. Un fuerte abrazo a ti, compañero, y a la familia. Nunca te olvidaré, amigo".

La Banda de Gaitas de Candás recibía también el apoyo y el pésame de varias bandas de gaitas de toda Asturias.

Con el drama fresco de Diego, los vecinos de Candás no podían evitar recordar que ayer hizo justo dos años que se despedían de Rebeca Artime, la joven que fue atropellada cuando se dirigía a pie, en compañía de su novio y otras amigas, a la fiesta de San Pedro, en Antromero. Dos tragedias difíciles de asimilar.