El nuevo método de gestión del aparcamiento anexo a los campos de la Sobatiella, que acogen mañana la romería del Carmín, ha generado expectación y controversia entre los habituales de la fiesta sierense. Según revela el presidente de Festejos, Jenaro Soto, en los últimos días se han recibido decenas de llamadas en la sede de la sociedad para preguntar por las condiciones en las cuales se puede acceder al aparcamiento.

El control del aparcamiento corresponde a Versity, que tras acordarlo con Festejos ha asumido tanto los accesos como el control. Aunque habrá unos buses lanzadera, cualquier autobús externo puede aparcar en el recinto tras pagar una cuota. En concreto, se cobran 50 euros por autobús, salvo los minibuses y microbuses, que abonarán un euro por cada plaza de la que dispongan. Los turismos, por su parte, podrán acceder al recinto desde las 15.00 horas, abonando un precio de cuatro euros.

Antes de esta hora, los romeros sólo podrán acceder al prau para acotar y dejar la comida, teniendo que salir acto seguido. Un equipo de seguridad velará para que no haya problemas en los terrenos de La Sobatiella y que nadie entre antes de la apertura del prau, fijada asimismo para las 15.00 horas.

El precio de la caja de sidra en el prau es de 18 euros. Festejos no pone limitaciones a introducir bebida de fuera, aunque su presidente, Jenaro Soto, ya ha revelado su intención de erradicar lo que denomina "botellón-bus", iniciativas empresariales que ofrecen transporte y bebida a los jóvenes romeros a un precio determinado de antemano.

Por otro lado, en la madrugada de ayer se registró un intento de robo en una tienda de electrodomésticos de la capital sierense. El comercio, situado en las cercanías de la plaza de La Paz, fue asaltado entre las 4.00 y las 5.00 de la madrugada por un grupo indeterminado de personas que trató de acceder reventando el escaparate.

El robo se frustró porque, según algunas fuentes, los asaltantes fueron descubiertos en pleno intento, lo que les llevó a iniciar la huida sin haber logrado penetrar en el establecimiento.