La suerte está echada en el Matadero Central de Asturias de Noreña. Ha concluido el plazo para presentar ofertas para hacerse con la gestión del macelo, que se encuentra actualmente en liquidación y cuya actividad está paralizada desde hace un año, y han sido dos los postulantes para reflotar el que se considera uno de los pilares básicos de la actividad cárnica y del sector ganadero del centro de Asturias.
El primero en postularse como interesado fue el empresario cárnico Manuel del Busto, que quiso hacer valer su experiencia en los mataderos de Mieres y Langreo, que él mismo regenta. Su intención, y así se lo hizo saber desde un principio a los trabajadores, es recuperar la actividad del mercado, que incluiría no sólo matanza sino comercialización, comenzando por la línea de vacuno y continuando por el porcino.
Del Busto anunció que si finalmente se lo adjudicaban a él comenzaría la actividad en torno al mes de octubre, con unos cincuenta o sesenta trabajadores, entre los que estarían los que permanecen encerrados en las instalaciones desde que se paró la actividad, y que llevan desde entonces luchando por que no se pierdan no sólo sus empleos, sino también las ventajas que supone para el sector contar con un matadero central.
Por su parte, la empresa Panero Logística quiere hacer valer su buena posición como empresa de distribución, que mueve un gran porcentaje de la carne de porcino que se comercializa en Asturias. Su propuesta pasa por poner en marcha, en primer lugar, los frigoríficos, que servirán para darle el primer impulso comercial a las instalaciones. Posteriormente se iniciaría el trabajo de matadero y, finalmente, el cebadero, para el que tienen prevista una propuesta innovadora. La actividad comenzará con 35 o 40 personas, y la idea es aumentar la plantilla paulatinamente. En cualquier caso, esta propuesta también cuenta con los trabajadores que hasta ahora estaban en el matadero.
La plantilla, por su parte, todavía no han recibido ninguna comunicación oficial del asunto y, por el momento, ha decidido no pronunciarse. Los trabajadores siempre han dicho que debe prosperar aquella oferta que vele por que siga la actividad y el empleo. En cualquier caso, ahora la decisión está en manos del juez, y hasta entonces nada se podrá hacer.
