El Rallye de la Sidra, que se ha convertido en los últimos años en un referente de la actividad lúdico festiva en Candás, fue todo un éxito de asistencia este año, con más de 2.000 personas que recorrieron las calles de la capital del concejo. Pero la fiesta trajo sus consecuencias negativas. Y es que algunos de los vecinos de la villa han mostrado su malestar por el desmadre de la fiesta y la suciedad que dejó tras el recorrido de los romeros.

"No se podía caminar de la cantidad de basura que había, ibas caminando y se te pegaban los zapatos al asfalto", comentó María Ángeles Rodríguez. La alcaldesa, Amelia Fernández, admite que toda fiesta multitudinaria siempre genera un volumen de residuos. "Toda celebración en la que participan muchas personas siempre genera un volumen de residuos y se trata de gestionar con la mayor diligencia posible y con los medios disponibles", explicó.