Tres hombres encapuchados atracaron en la madrugada de ayer una gasolinera en Marcenado (Siero) a punta de navaja. Los asaltantes se hicieron con un botín estimado en 300 euros tras amenazar al empleado que estaba de guardia, que tuvo que recibir atención médica tras ser agredido por uno de los asaltantes en un forcejeo. Sus heridas, no obstante, no revisten gravedad.
Los asaltantes llegaron a la gasolinera, situada en el margen sentido Santander de la carretera nacional 634, hacia la 1.15 horas de la madrugada de ayer. Según el relato del trabajador, refrendado por las grabaciones de las cámaras de seguridad, eran tres personas ataviadas con ropas oscuras y con el rostro cubierto por capuchas. Uno de ellos se quedó en el exterior mientras los otros dos penetraban en la gasolinera tras forzar la puerta.
El trabajador, que estaba en el interior, trató instintivamente de evitar que accediesen al interior, pero en el forcejeo fue empujado contra una pared. Acto seguido, uno de los asaltantes le amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones, mientras el otro extraía el dinero de la caja.
Los asaltantes no se llevaron nada más que el dinero, aunque rebuscaron en los cajones del mostrador por si hubiera algo más de valor. En total, el asalto no duró más de dos minutos.
Tras hacerse con el botín, los tres encapuchados huyeron del lugar, escapando por unos prados situados detrás de la gasolinera. El trabajador no escuchó ningún vehículo alejándose de la zona tras el atraco.
Aunque el empleado aseguraba sentirse bien pese al golpe recibido en el forcejeo, los propios agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar tras el atraco le instaron a que acudiese a los servicios médicos para asegurarse de que no sufría lesiones de gravedad. El trabajador fue atendido en el centro de salud de Pola de Siero, donde se constató que sus heridas eran leves.
La gasolinera de Marcenado ya había sido objeto de otros atracos en el pasado, en torno a cinco o seis según relatan vecinos de la zona. Los empleados de la gasolinera, no obstante, aseguran que hacía varios años que no sufrían robos ni atracos.
