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Villaviciosa

Un maliayés que da risa

"Me produce felicidad", dice Marcos Salazar de su profesión de cómico, con la que triunfa en compañía del muñeco "Albertito"

Marcos Salazar con su muñeco "Albertito", en Villaviciosa. M. MENÉNDEZ

"Tengo dos profesiones: la que me da dinero y la me da felicidad". Así define el maliayés Marcos Salazar Lobato, artísticamente conocido como Marcos SL, su doble faceta de profesor de inglés (estudió Filología Inglesa) y cómico. En junio debutó profesionalmente en el Café de Vicente de Villaviciosa, aunque ya se había estrenado en el teatro Riera, de forma amateur, cuando tenía 13 años. Desde entonces ha venido actuando en círculos más reducidos, pero no ha parado. Su humor gusta y la muestra es que le acaban de llamar para participar en una preselección de un programa de televisión nacional después de haber visto un vídeo suyo en internet. Está muy ilusionado porque su sueño: "Es, aunque suene un poco cursi, trabajar haciendo reír y feliz a los demás".

Cuando empezó sus estudios universitarios tuvo que dejar un poco de lado su carrera de cómico, pero al irse a Inglaterra a estudiar con una beca Erasmus la retomó. "Como monologuista lo tengo todo medido, el texto, los gestos? Y en el humor verde me defino como 'playboy' porque no me gusta decir palabras feas, si no insinuar", explica. Sostiene que el drama y el humor caminan de la mano porque "en el fondo, en el humor hay drama". Cree que el más difícil hacer reír que llorar y argumenta que "separar el drama de la comedia es más fácil que separar la comedia del drama. En toda comedia hay drama, pero no en todo drama hay comedia".

Lo que más le divierte al público es verle "como un desgraciado. Es así de cruel, pero lo que más risa causa es la desgracia". En cuanto al público asturiano, manifiesta que "es muy curioso porque nos gusta reírnos de nosotros mismos y de los demás, pero no que los de fuera lo hagan, salvo que sea alguien ya consolidado".

Uno de sus grandes referentes es Jerry Seinfeld, un "americano que con 35 años ya tenía todo el dinero del mundo". Agrega que es un modelo a seguir para él porque aunque le ofrecieron ser guionista para series de éxito, prefirió los monólogos. Como titiritero, admira a Jim Henson, padre de los Teleñecos y Barrio Sésamo.

Fue el creador de los "muppets" y una de estas marionetas ha incorporado a su espectáculo. Se llama "Albertito". Lo presenta como un "aspirante a actor que estudió en las mejores universidades de Inglaterra y quiere demostrar ese talento". La confianza que le falta a él la tiene Albertito, dice. Incluso, se atreve a ligar con el público. No obstante, el cómico maliayés de 26 años tiene claro que no es ventrílocuo, es titiritero.

Está sorprendido del sentido del humor demostrado por algunos amigos a los que menciona directamente en sus espectáculos, ya que sus fuentes de inspiración son su entorno y la vida. "No se han enfadado". Y eso que dos de ellos, que se acaban de emancipar, son diana de sus chistes.

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