El anuncio del equipo de gobierno municipal de que construiría un campo de césped artificial en El Berrón ha crispado los ánimos en Carbayín, no porque se haga o no este campo sino porque aseguran que había un compromiso de construir al mismo tiempo un terreno sintético para el Rayo Carbayín y este proyecto ha quedado atrás, cuando, según los responsables del club, encabezados por el presidente Javier Noval, es el que más lo necesita de todos los del concejo.
Prueba de ello es que el Rayo Carbayín ha ido perdiendo paulatinamente los equipos de su cantera por falta de espacio para entrenar. El campo que utiliza el equipo de regional preferente tiene un césped en buenas condiciones, pero, al tratarse de césped natural, no se puede usar a menudo para entrenar.
En los últimos años, el club utilizaba un campo de arena situado varios centenares de metros colina abajo, que estaba en muy malas condiciones y que han terminado por dejar de utilizar. "Teníamos 180 críos en los equipos de las categorías inferiores, y se fueron marchando todos; el último, el alevín, que se marchó en bloque para El Berrón, entrenadores incluidos, y es normal, porque así no se puede entrenar de ninguna manera", manifestó el presidente.
El caso es que el Ayuntamiento ha proporcionado material algunas veces para adecentar el campo, poner algún servicio o arreglar algún desperfecto, pero en todas las ocasiones son los propios directivos del club quienes tienen que hacer el trabajo.
Lo que más les molesta es que llevan cerca de veinte años solicitando el campo de césped artificial, que solucionaría sus problemas. Situado donde está el actual, podría utilizarse tanto para jugar partidos como para los entrenamientos, y todo quedaría solucionado. Y tienen constancia de que en su momento se llegó a hacer un proyecto para el campo, con el objeto de presentarlo a los fondos mineros, que ahora parece haber desaparecido. Por otra parte, Noval aseguró que la Federación Asturiana de Fútbol se había comprometido a dar una ayuda de 100.000 euros para el césped artificial.
El campo tiene asimismo algunas carencias en materia de iluminación y otros servicios. "Estuvimos a un punto de subir a Tercera la temporada pasada; menos mal, porque a mi me daría vergüenza presentarme en Tercera con un campo así", dijo Noval.
El presidente añadió que las soluciones intermedias que se les ofrecen no son válidas. Por ejemplo, se les permite entrenar tres días a la semana en El Bayu. "Eso estaría bien si fuera a una hora razonable. Uno de los días entrenamos a las ocho de la tarde, pero los otros dos nos los pusieron a las diez de la noche y los rechazamos; no puedes pedirle a gente que está trabajando y que al día siguiente tiene que madrugar que se ponga a jugar al fútbol hasta las doce de la noche".
Para compensar esa falta de espacio, y con el objeto de no estropear su propio campo, el Rayo Carbayín se ve obligado a alquilar terrenos de juego en los municipios cercanos: "pagamos veinticinco euros la cancha, lo que a lo largo del año supone mucho dinero, pero también está la incomodidad de andar de un sitio para otro", detalló el presidente.
Otro directivo, Manuel Díaz, apostilló que los terrenos del campo del Rayo son municipales, y que el Ayuntamiento de Siero tendría la oportunidad "de hacer ahí unas instalaciones ejemplares, que darían mucho servicio al concejo".
