Candás es pesca, mar, sardinas, salitre... Toda su historia se desarrolla entre las olas. Pero esa concepción podría cambiar. El nuevo plan portuario que impulsa el Principado prevé construir un macromuelle, que cubriría de cemento sus símbolos costeros: la playa de La Pregona, la farola de los Ángeles y la Peña Furada. Aunque el gobierno autonómico ha garantizado la conservación de estos tres elementos, los vecinos de Carreño no se conforman sólo con buenas palabras; quieren verlo sobre el papel, quieren que el desarrollo no dañe su identidad marinera. El Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA analizará a fondo esta problemática mediante la organización de un conceyu abierto, que lleva por título "El futuro del muelle de Candás". La cita, a la que podrán asistir todos los habitantes de la villa, será este lunes, a las 19.30 horas, en el Teatro Prendes.

En la mesa de debate estarán presentes la Alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández (PSOE); el concejal del PP José Ramón Fernández; el concejal de Somos Carlos López; el portavoz del PSOE, Gabriel Rodríguez; un representante de IU, aún por concretar; el presidente de la Asociación de Vecinos de Candás, Luis Fernández; el patrón mayor de la Cofradía de pescadores Nuestra Señora del Rosario, José Ángel Gutiérrez, y el portavoz de la asociación Candás Marinero, José Antonio González. Al acto, que será moderado por la directora del Club de Prensa de LA NUEVA ESPAÑA y periodista María José Iglesias, asistirá un representante de la consejería de Infraestructuras en sustitución de su titular, Belén Fernández.

"Queremos que se retire el proyecto. Creemos que las obras son innecesarias, no están justificadas y compromete los valores culturales y naturales de nuestro pueblo", insiste Luis Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Candás. El proyecto al que se refiere conlleva una inversión de ocho millones de euros y la construcción de una explanada que pretende dotar al puerto de más amarres a la vez que castiga la identidad de la villa. "Estamos a favor del desarrollo del muelle, pero no en detrimento de nuestros símbolos. Se puede decir más alto, pero no más claro", insiste Tito Aramendi, del colectivo Candás Marinero, volcado en la recuperación de tradiciones.

Uno de los puntos conflictivos del plan y al que no ha hecho referencia la consejería de Infraestructuras es el espigón de la playa Palmera, que desaparecería en el caso de que las obras reciban luz verde. Este hecho castigaría notablemente al único arenal que en estos momentos tiene Candás -La Pregona está declarada de uso portuario y Rebolleres lleva desde el 2013 abandonada a causa de un argayo- . Sin el espigón, que es empleado por los bañistas como zona de solarium, la playa en pleamar quedaría en nada. Eso repercutiría negativamente en el turismo, un sector que deja mucho dinero en Carreño durante los meses de verano.