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El colegio de la Marina pondrá ya en marcha la videovigilancia para frenar el vandalismo

Los padres que piden la parada en Quintes se alegran de que la Defensora del Pueblo admita su queja: "Al menos empatiza"

Escolares en el patio del colegio Maliayo. MARIOLA MENÉNDEZ

El Colegio Rural Agrupado de la Marina pondrá en marcha de forma inminente las cámaras de seguridad y será vigilado de forma más estrecha por la policía local como fórmula de atajar los actos vandálicos que viene sufriendo desde que inauguraron el año pasado el nuevo edificio.

El asunto fue uno de los puntos del orden del día del último consejo escolar. Los sucesivos destrozos que han venido sufriendo las instalaciones educativas han sido denunciados por el equipo directivo en el cuartel de la Guardia Civil. Pero así todo, con la intención de ponerle freno, se han coordinado con el gobierno local de Villaviciosa para iniciar la videovigilancia, que podrá ser controlada a través del teléfono móvil, según apunta la concejala de Educación, Lorena Villa.

Es durante los fines de semana cuando los vándalos suelen actuar. Han roto cristales y luces fluorescentes, entrado de forma reiterada en el colegio forzando las cerraduras de las puertas. También han dejado el patio lleno de basura y causado desperfectos en general, además de cargar contra una portilla y contra los canalones. Villar apunta que en alguna ocasión el colegio de Oles también sufrió ataques similares.

No es la seguridad el único problema del centro escolar de Quintes. Los padres siguen peleando por que la consejería de Educación restaure la parada de autobús del bar Lalo, que suprimió el año pasado a pesar de las protestas. El portavoz de las familias afectadas, Dioni Novel, explica que, al menos, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha admitido a trámite su queja, que se basa en que se pone en riesgo la seguridad de los niños. Aunque la decisión de este organismo no es vinculante, sí puede dirigirse a la administración para que reconsidere el asunto, que para los afectados es a todas luces injusto. "Estamos ilusionados porque empatiza con nosotros. Nos congratula", destacó Novel, que de paso afea al alcalde, Alejandro Vega, que aún no les haya recibido para escuchar su reivindicación pese a haberle solicitado una reunión.

El gobierno maliayés ha realizado más obras en otros colegios, además de los mencionados arreglos en el de Quintes y el cambiador que está pendiente de instalar para una alumna con necesidades especiales. El presupuesto municipal incluye una partida de 48.000 euros destinada a estos trabajos. De ese dinero aún quedan disponibles 33.000 euros para acometer las inversiones pendientes. Lorena Villar destaca que en el colegio público Maliayo, de Villaviciosa, han realizado un baño para niñas en la segunda planta. De los cuatro que hay (contando éste) hay que mejorar dos más. Este curso también estrenaron en la parte izquierda del edificio un acceso peatonal en el lateral, con rampa de acceso. Los operarios municipales trabajan estos días en mejorar el drenaje del polideportivo, que sufre grandes problemas de humedad.

En el colegio Maliayo estudian 477 escolares, 40 más que el año pasado. La directora del centro, Verónica García, está "muy contenta" con el gobierno local porque ha atendido sus demandas. Viendo el incremento de matrículas, si la tendencia sigue así, necesitarán una ampliación del colegio, sobre todo para los alumnos de infantil, destacó la jefa de estudios, Montserrat Hevia.

Volviendo al CRA de la Marina, en Argüeru aún tienen pendiente de arreglar el tejado en la zona de la chimenea porque al no usarse tiene humedad. Asimismo, queda actuar en los dinteles de la fachada. En Castiello de la Marina, el gobierno maliayés pintó dos aulas y el hueco de la escalera y mejorarán el suelo de caucho del patio, apunta la concejala de Educación. En Oles tienen también muchos problemas con la humedad, que pretenden abordar alicatando el zócalo en las aulas.

En Peón 3 es necesario actuar en la fachada. Se trata de una obra de envergadura. En este colegio ya pintaron un aula y arreglaron las puertas de entrada porque sólo abría una. En el denominado Peón 1-2 se colocará un canalón en la parte trasera para salvaguardar el alero que se está deteriorando y para evitar humedades, apuntó Lorena Villar.

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