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Camoca despeja el futuro de la nuez

David Echevarría da el relevo generacional a su madre y abre puesto a sus 13 años en la feria, donde el fruto seco voló de los mostradores a 5,5 euros el kilo

Miguel Ángel González Pereda lee el pregón. MARIOLA MENÉNDEZ

David Echevarría representa a sus trece años el relevo generacional de los cosecheros de nueces. Es de Llavares y ayer, ayudado por su madre, Mari Mar García, plantó un puesto en la feria de Camoca (Villaviciosa). En poco más de veinte minutos ya había vendido la mitad de los más de treinta kilos que llevó. Mari Mar García explica que este año hay menos, pero buen fruto. No tiene clara la razón, pero podría ser, por un lado, por la seca y por otro, porque en la campaña pasada sus nogales dieron mucho.

Su hijo, que sabe bien lo que es ir a apañar las nueces, asegura que esta labor es "lo más duro". A pesar de su juventud entiende ya bastante sobre este fruto. Indica que su calidad está en "que pueda pelarse bien y esté rica".

Aunque la mayoría prefieren las nueces grandes y de hecho se venden más, apunta Mari Mar García, son precisamente las pequeñas las que mejor saben porque "abren bien y la cáscara es más fina". A David Echevarría le gustaría continuar con esta tradición.

Aprovechó que tienen unos nogales en una finca para recoger su fruto y venderlo en Camoca, donde ayer cotizaron a 5,5 euros el kilo. No obstante, su madre cree que dentro de una semana tendrán más cosecha. "Para nosotros esta feria es un poco pronto", apuntó.

Isolina Palacio, de Valdesoto (Siero), compró en el puesto de Conchita Vallín, de Puelles, que también ofreció fruto del año pasado algo más económico, a cuatro euros el kilo. "Hay menos nuez porque acaban con ella los jabalíes y los pájaros, sobre todo, los cuervos". La cosechera también notó que había menos público en la feria. Aunque había quién se estrenaba en esta cita tradicional del otoño asturiano.

Isolina Palacio fue la primera vez que acudió y en esta ocasión lo hizo animada porque una vecina tenía un puesto en Camoca. Al lado, estuvieron otras dos vendedoras, Estela Naredo, de Valdebárcena, e Isidorina Naredo, de La Ribera (Valdediós) y conocida por su faceta como cantante de canción asturiana. "Hay poca cosecha. Hubo más el año pasado", coincidió con el resto de cosecheros. Pero a pesar de haber poca nuez tuvieron "buena venta", aseguró María Jesús Corredoria, que desde Tornón llevó 60 kilos a Camoca. Suele acudir porque "se vende bastante bien. Es una buena feria". Pero el fruto que más convenció, al menos al jurado, fue el de el piloñés Pablo Cueli, que compitió con el producto de otros nueve participantes para llevarse el premio Nuez de Camoca. Es la primera vez que hay concurso en la feria.

Clementina Arce Díaz, de Rozaes, a pesar de sus 82 años, llevó su cosecha. Su participación desde hace 16 años la hizo merecedora de ser la Cosechera de Honor. Mari Paz Campa, una de las organizadoras, la definió "muy coqueta y con mucha ilusión", así como aficionada a sus cigarrillos "Royal Crown" y a la brisca. Ella se mostró "muy contenta", repartió besos y hasta bailó con la música de "Les Pandereteres de la Villa".

"Somos lo que somos gracias al esfuerzo de aquellas gentes", dijo el pregonero, Miguel Ángel González Pereda, que pidió que la feria sea una "homenaje a aquellas personas que la hicieron posible".

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