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Las fiestas de Lugo se trasladarán al centro para frenar su decadencia

La Sociedad de Festejos, que tiene la mitad de miembros que hace ocho años, advierte de la "apatía" general de la localidad hacia la celebración

Miguel Ángel "Lago" González. MANUEL NOVAL MORO

El presidente de la Sociedad de Festejos de Lugo de Llanera, Miguel Ángel "Lago" González, ha anunciado un cambio sustancial que el colectivo pretende llevar a cabo en las fiestas de Santa María que se celebran cada verano en la localidad: buscar una ubicación en el centro de la localidad. La razón de esta decisión no es, ni mucho menos, caprichosa: las fiestas están en declive, y los responsables de Festejos creen que, si no se hace nada por remediarlo, podría llegar un momento de franca decadencia.

"Nosotros llegamos a Festejos en junio del año pasado con la intención de relanzar las fiestas, y lo que notamos desde el primer momento fue cada vez más apatía", asegura Lago.

De ahí que se necesite, a su juicio, un cambio radical, que consiga que se involucre cada vez más gente, que los vecinos de Lugo colaboren como lo hacían hace años, cuando las fiestas tenían un tirón que ahora parecen estar dejando de tener.

"Queremos bajar más hacia el pueblo. El prado en el que estaba hasta ahora le queda muy lejos a mucha gente, si logramos que esté más en el centro se verá beneficiada la fiesta y también el pueblo", sostiene.

Aunque es consciente de que hay quien puede protestar por posibles ruidos, considera que esa cercanía "es fundamental para darle más vida a la fiesta".

Uno de los síntomas de la falta de afección de los vecinos con las fiestas está en que la Sociedad de Festejos tiene actualmente 809 socios, cuando hace cerca de ocho años llegó a tener el doble, 1.600.

Y la directiva también está necesitada de gente que apoye su trabajo. Por eso hace una llamada a los vecinos que quieran que la localidad siga teniendo unas buenas fiestas.

Lago cree que la fiesta tiene muchas posibilidades porque "tiene todo, carrozas, fuegos, el bollo, la parte urbana", pero advierte de que "mantenerlo cuesta, y se necesita más apoyo, no sólo de los vecinos sino también del Ayuntamiento, que debería echarnos también una mano".

Desde que llegó la nueva directiva se ha hecho un cambio sustancial: pasar la fiesta de cinco días a cuatro. Hasta 2014, se celebraba el fin de semana siguiente al 15 de agosto desde el viernes hasta el martes, jornada en que se celebraba el día del bollo. Desde el año pasado, el día del bollo se pasó al lunes. Este cambio no fue bien acogido por todos los vecinos, con lo que la directiva tiene previsto abrir un debate para que sea la mayoría del pueblo la que tome la decisión sobre si quieren que se mantenga el cambio o se vuelva al calendario original. Ha habido, además, alguna iniciativa que ha calado mucho entre la gente, como es el caso del Grand Prix, las pruebas de habilidad familiares popularizadas por la televisión que el año pasado tuvieron una acogida extraordinaria. La intención de la directiva es hacer crecer este Grand Prix para conseguir un calado todavía mayor.

Y Festejos no quiere abandonar la actividad el resto del año. Una de sus iniciativas más exitosas ha sido la recogida solidaria de juguetes para Navidad, muy seguida el año pasado. Este año tienen previsto hacer una gran recogida un solo día para juntar un buen número de regalos, que donarán a instituciones de carácter solidario.

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