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Menudo telar en Candás

"El mundo del tapiz no cuaja en Asturias, pero sí en Carreño", afirma Dolores Manjón, que expone sus creaciones en la Casa de Cultura

Dolores Manjón, junto a uno de sus tapices. MEY SERRANO

"La dificultad de lo que parece sencillo es mucho más complicado. Las materias que utilizo son materias vivas, las lanas cambian su textura cada día y dependen de muchos factores. El arte de hacer tapices es mucho más complicado de lo que parece", asegura Dolores Manjón, autora de un gran número de tapices que se exponen en la Casa de la Cultura de Candás hasta el 5 de noviembre.

Dolores Manjón, nacida en un entorno textil, realizó un curso en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés en la década de los 80. Esta formación puso los cimientos de una vocación y también de una profesión. Durante años siguió ampliando conocimientos, investigando en la historia y técnicas de este lenguaje plástico que es el telar, ampliando sus conocimientos de una forma autodidacta.

Tras esta época comienza a hacer demostraciones de estas técnicas en ferias de artesanía, cursos y talleres. A partir de ahí surgió "Taller Latina", espacio desde el que presenta todas sus creaciones.

"Los tapices que forman esta exposición han sido inspirados a partir de la recreación de los patrones de las baldosas y azulejos cerámicos de distintas épocas y localizaciones geográficas. Al lado de cada tapiz hay una foto que muestra de dónde es sacado. Es imposible hacer copias cuando hablamos de tapices, simplemente intento interpretar lo que veo. El objetivo es contraponer las características de dos técnicas tan alejadas en sus características formales como el tapiz (cálido, orgánico, impreciso) y la cerámica (fría, higiénica, con patrones geométricos), intentando forzar una sensación contradictoria en los sentidos del espectador", señala la autora.

Manjón forma parte también de la asociación Lizo, una asociación que nace para conservar la milenaria técnica del tejido en telar, que ha ido cayendo gradualmente en el olvido en España. El colectivo está formado por un grupo de amantes del telar y de sus obras, tanto artesanos como aficionados de la zona norte de España, que comparten la preocupación por la pérdida de una parte del patrimonio inmaterial. "Esta asociación se creó con el objetivo de llevar a cabo un estudio intensivo de las técnicas de tejido en telar, desde las más cercanas hasta las más ancestrales, para desarrollar una puesta en valor del telar como un oficio y un arte que merece la pena conservar y poder divulgarlo en la sociedad. Recogemos tapices antiguos y los restauramos", comenta Manjón.

Un trabajo laborioso y detallado, que lleva más de dos meses en cada tapiz, consigue que Dolores no sólo disfrute haciendo lo que le gusta, sino que también disfrute viendo la cantidad de sentimientos que de ellos se desprende. "Cuando estuve en la Ascensión de Oviedo, una mujer se acercó y me dijo: 'Ese tapiz que está haciendo me lo hizo mi abuela cuando era pequeña'. La mujer se emocionó y eso no hay dinero que lo pague", asegura la avilesina.

La artista lamenta que el mundo de los tapices no termina de cuajar en el Principado. "Hemos tenido muchísimo más apoyo fuera de Asturias. Cataluña, Granada o Badajoz han mostrado su gran apoyo en la divulgación de esta tradición. No quiero decir que Asturias no lo valore, de hecho Carreño es uno de los concejos que más apoyo nos ha mostrado. Nos ha dejado impartir algún taller y ahora traigo mi exposición aquí, que sin duda es el reconocimiento más gratificante de mi trabajo, donde la gente lo pueda ver. Pero si es verdad que Asturias necesita meterse mucho más entre las lanas y el tapiz", concluye Manjón.

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