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Diez nuevas manzanas para la sidra protegida

Variedades descendientes de clarina, coloradona, riega, perico, raxao y collaos deberán superar la última criba para sumarse a las 22 actuales para hacer bebida con denominación

La familia sidrera crece. Y las consideradas como descendientes de las manzanas de variedad clarina, coloradona, riega, perico, raxao y collaos están llamadas a formar parte del selecto grupo con el que se realiza en Asturias la sidra con Denominación de Origen Protegida (DOP). El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), con sede en Villaviciosa, ha seleccionado concretamente diez variedades. Son las que más convencen a los técnicos de las veinte que ya pasaron la criba de una preselección de 57, y que son el resultado de años de trabajo del programa de mejora genética, que se desarrolló entre 1989 y 1994.

Las que den mejores resultados está previsto que se incorporen al catálogo de las actuales 22 variedades acogidas a DOP Sidra de Asturias. Así lo harán ya los tres tipos de manzana locales que también recuperó el Serida -lin, corcho y amariega- y que tendrán que esperar aún un año o año y medio para ser admitidas por el consejo regulador de la DOP. En los próximos meses ya se podrán cultivar en las pumaradas asturianas, en las que, sobre todo, escasean las manzanas amargas.

Enrique Dapena, responsable de investigación de fruticultura del Serida, explicó ayer, en una jornada técnica dirigida a los productores, los avances en la obtención de las nuevas variedades que demanda el sector. A través del programa de mejora genética han realizado cruzamientos para conseguir mejorar la resistencia a enfermedades, la regularidad productiva -pues el manzano es una especie vecera que tiene alternancia en las cosechas- y disponer de más variedades amargas de maduración tardía.

Enrique Dapena explica que después de estudiar su comportamiento en las fincas experimentales de Villaviciosa y Oles sólo veinte son las que les han parecido "bastante interesantes", aunque finalmente piensan quedarse con diez. "El objetivo es señalar la resistencia al moteado y al pulgón ceniciento y que tengan una baja sensibilidad a otros hongos", apuntó Dapena.

Dapena mostró ayer en la finca experimental del Serida la selección. Una de ellas es descendiente de collaos, que han identificado como X90 0203. Su producción es bastante regular, aunque su cruzamiento inicialmente estaba dirigido a que fuera resistente a enfermedades como el moteado o pulgón ceniciento. Entre sus defectos está que su vigor es reducido y tiene poca ramificación. La descendiente de coloradona número 26 también ha gustado a los técnicos. Es una manzana grande, amarga y ácida y el árbol tiene una ramificación adecuada. Una descendiente de la riega ha sido seleccionada porque tiene una producción regular y es una fruta ácida, amarga y aporta un nivel medio de fenoles.

Con la intención de encontrar variedades amargas y tardías resistentes a la monilla han obtenido la número 28, que desciende de clarina. Pero le sigue afectando esta enfermedad, aunque menos que a la clarina y no es resistente al pulgón. Con la número 57 están en duda, pero aunque hay algún fruto afectado, el margen es bastante razonable. Otra descendiente de clarina sí ha resultado más fuerte a la monilla. Es interesante también una descendiente de raxao, una fruta dulce, ligeramente amarga y con un árbol muy productivo y regular. Ha convencido otra derivada de la riega y otra de perico, por su producción regular. La número 23 de este tipo destaca por una buena configuración y ramificación del árbol.

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