Ya llevan nueve días de encierro y el objetivo es seguir hasta que el cuerpo aguante. "De momento, la moral está bien alta y vamos a seguir peleando", asegura José Luis García, responsable de negociación colectiva de CC OO Industria en Asturias. La plantilla, formada por 92 trabajadores (la mayoría de ellos de Gijón, Avilés y Carreño), es consciente de que la situación es "compleja", pero tienen la esperanza o, más bien, el objetivo de que la factoría dé marcha atrás.

La dirección ha iniciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que los profesionales consideran "intencionado y artificial". Razones de sobra para que los tres sindicatos de Fahime (UGT, CC OO y CSI) hayan decidido impugnar la medida en el Juzgado de lo Social de Gijón.

"Los problemas empezaron hace cuatro años, pero en ningún momento escucharon a los trabajadores. Consideramos que la empresa tiró la toalla demasiado pronto", lamenta Jerónimo Fernández, delegado de MCA- UGT, quien, desde el pasado día 4, se pasa mañana, tarde y noche en las instalaciones carreñenses.

El martes más de ocho empleados recibieron la carta de despido. En activo quedan sólo seis o siete personas para dar los últimos pasos y afrontar la liquidación de la empresa. Mientras tanto, la plantilla grita alto y claro "no al cierre y al despido de 92 personas", como rezan sus pancartas.