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Fahime, un mes de encierro agridulce

Los trabajadores de la empresa de Logrezana están dispuestos a seguir adelante a pesar de la falta de expectativas de mantener sus empleos

Los trabajadores de Fahime, ayer, en las instalaciones de la empresa. MANUEL NOVAL MORO

Los trabajadores del grupo industrial Fahime, asentado en el polígono de Tabaza, en Carreño, cumplieron ayer treinta días de encierro en defensa de sus puestos de trabajo. El grupo, dedicado a la fabricación de bienes de equipo para grandes ingenierías, se encuentra actualmente en preconcurso, después de haber presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para extinguir el contrato de sus más de 90 empleados, lo que abocaría al cierre a todas sus sociedades: Mecafran, Caldefran, Serton Servicios e Industrial Marande.

Los representantes de los trabajadores confiesan que tienen una sensación "agridulce" después de que el director general de Industria, Luis Ángel Colunga, les trasladase el fracaso de la ronda de contactos que mantuvo con varias empresas de la región para tratar de que se hicieran con las riendas de la firma.

"Está claro que hay empresarios interesados en las instalaciones y en la línea de negocio, pero no estaban interesados en este momento, porque la empresa arrastra una deuda muy grande y no estaban en disposición de asumirla", sostiene Jerónimo Fernández, secretario general de MCA- UGT en la factoría.

Los sindicatos habían expresado su esperanza de que alguna de las empresas interesadas pudiera llegar finalmente a un acuerdo. La plantilla confiaba en que hubiera un acuerdo, dado el trabajo que realizaba hasta ahora Fahime, de alta especialización en el sector hidráulico y eólico, con clientes importantes en Europa y en Canadá. A pesar de todo, no se ha conseguido implicar a una firma local.

Por otro lado, los trabajadores denuncian que la empres no se ha dirigido a ellos todavía para tratar de conseguir algún tipo de acercamiento. "No ha habido en absoluto intención de sentarnos a hablar de una posible solución. Ellos se mantienen en su postura, siguen manteniendo el preconcurso. La empresa sigue abierta administrativamente, no está en liquidación", explicó.

Los trabajadores han recibido ya la notificación con sus carta de despido, y en ella la empresa los ha instado a abandonar las dependencias de la fábrica. Basa este requerimiento en el hecho de que ha "cesado toda actividad productiva" y en que ha sido extinguida "la práctica totalidad de los contratos de trabajo de las plantillas de la empresa que componen el Grupo Fahime". Ante esta situación, para la empresa "no existe razón que justifique la presencia de antiguos trabajadores en sus instalaciones".

Los representantes de los trabajadores han impugnado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de la empresa ante el Juzgado y esperan que el juicio salga en el mes de enero.

El encierro lo están llevando entre 25 y 30 trabajadores, que se muestran dispuestos a seguir con su reivindicación hasta que se consiga alcanzar algún tipo de solución. La plantilla está formada por trabajadores de edades comprendidas entr los 27 y 61 años de edad, en su mayoría gijoneses y avilesinos.

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