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Carlos Suari: "Grado tiene cuatro formas de jugar y mucha riqueza bolística"

El experto en deporte tradicional ofreció ayer en la villa moscona las conclusiones de una investigación por las parroquias

Carlos Suari, ayer, en Grado. S. ARIAS

"Los bolos en el concejo de Grado tienen una riqueza impresionante, con cuatro maneras distintas de jugar", afirma Carlos Suari, experto y autor del "Atles de los bolos asturianos". Suari ofreció ayer, junto a Xosé Ambás, una conferencia sobre el estudio del juego tradicional en el concejo en el marco de las jornadas de Estudios Locales que impulsa el Círculo de Estudios Pramarenses. Suari finalizó su intervención señalando que la recuperación cultural de los bolos en Grado es "factible" tanto desde el ámbito escolar como administrativo.

Suari estaba finalizando sus estudios de campo para el atlas cuando llegó a Grado de la mano de Xosé Ambás en 2012. "Me hizo de guía y cuando pensaba que iba a rematar una cosa resulta que te das cuenta de que estás empezando. La variedad del concejo es impresionante, así que cuando cerré el atlas hice una mirada específica a Grado", explica. Así inició una labor de investigación por el municipio en veinte excursiones en las que tiró de los informantes del Archivo de la Tradición Oral de Ambás, en el que también colabora Ramsés Ilesies.

De esa investigación surge un amplio estudio por todas las parroquias de Grado que hacen pensar a Suari que "es el gran desconocido de los concejos, con una vitalidad en el mundo tradicional muy fuerte". Así se dio de bruces con la diversidad bolística de Grado y que le permitió establecer cuatro variedades del juego en distintas zonas del concejo, que atienden a la ubicación estratégica de Grado, entre el centro y el occidente astur, aunando las formas de juego de una zona y otra.

Así, en la villa moscona la variante principal es la cuatreada, conocida popularmente en la zona como "cuatrada". "Es la modalidad centro-occidental que también se observa en concejos como Salas o Pravia y coge toda la costa", señala Suari. Si bien, esta forma de jugar a los bolos no es la primitiva, el batiente, así es que una de las hipótesis que maneja el investigador es que "por cuestiones comerciales la villa fue más abierta y la cuatreada entró en la capital".

Una conclusión a la que llegó tras contrastar los testimonios de los informantes: "Los más mayores hablan del batiente, que es lo más arcaico, pero los más jóvenes ya señalan la cuatreada, por eso pienso que fue entrando por influencia de las conexiones comerciales y laborales en la villa". Una especialidad que se jugó desde las vegas de Anzo y Peñaflor hasta Cabruñana, es decir, la zona norte del municipio. Además, la cuatreada es el juego exclusivo de los valles de los ríos Sama y Coalla, más cercanos a la zona central de Asturias.

Sin embargo, en la zona sur del concejo los bolos se jugaban de distinta manera. "Algunos informantes sabían del antiguo juego de la cuatreada, que no es como se juega ahora, pero con la peculiaridad de que juegan al birle, es decir, con dos tiradas, y eso está perfectamente constatado en el alfoz de Salceo y en Rubiano, aunque no pertenece a la zona", comenta.

Además, en la localidad salcedana de Villandás se suma una peculiaridad más, ya que se jugaba al "birle puro", que denomina Suari. Un juego con nueve bolos grandes, en filas de tres, pero sin bolo pequeño ni trayectorias específicas como en la cuatreada, indica.

Así, batiente, cuatreada, cuatreada con birle y birle son las cuatro formas de jugar a los bolos en Grado. Una riqueza cultural que se ha perdido con el paso de los años, sobre todo desde la década de los sesenta del pasado siglo. "Es una incógnita por qué desaparecieron los bolos del concejo, de hecho aguantaron mejor en zonas de montaña, y es un objetivo su recuperación cultural", opina. Sobre todo en la modalidad batiente, que "necesita medidas urgentes; es la modalidad que está en más clara recesión y, sin embargo, es la que los paisanos añoran más por su forma de juego, mucho más espectacular".

En opinión de Suari, con una mínima voluntad política se podría recuperar el juego de los bolos en Grado como se hizo con otras tradiciones como la mascarada de invierno de los Aguilandeiros de San Juan de Villapañada. En esa línea, Suari plantea la posibilidad de crear boleras en los centros educativos y formar a los niños en los juegos tradicionales de la región para darles el testigo de la recuperación de la cultura asturiana. "Puede empezarse a través de los colegios, crear boleras y enseñarles a jugar", concluye.

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