Un músico genial, una persona humilde, un buen hombre. Todos aquellos que conocieron a José María García Norniella, in arte "Chema Fombona", fallecido este miércoles a los 46 años de edad, coinciden en su descripción del las cualidades que adornaban a este noreñense afable, que nunca decía que no cuando se trataba de coger las baquetas, y que ha estado en el meollo de la música asturiana durante las tres últimas décadas. Una unanimidad que lo es también en el dolor que ha generado su pérdida, irreparable.

Aquellos que coincidieron con él sobre el escenario no dudan en reivindicar la genialidad del noreñense. "Era un genio en cualquier género, podía adaptarse y tocar a un nivel superalto. Era un primera categoría en todo, muy flexible", destaca John Falcone, que colaboraba con Fombona en el proyecto "Improvise".

"Era muy perfeccionista y muy serio trabajando, pero nunca ponía una mala cara", destaca Héctor Braga, que precisamente este fin de semana iba a tocar con Fombona en Galicia. "Era un gran músico y muy humilde además, lo que es raro. Pero era así, tan humilde que ni siquiera tiene biografías en internet", lamenta Chus Solís, de la Banda de Gaites de Noreña, que fue primero alumno y después compañero de Fombona sobre las tablas.

Pero esa pericia, ese nivel musical, iba además acompañada de una bondad innata y de una afabilidad digna de mención. Unas cualidades que le granjearon el cariño de todos cuantos le conocieron. "Lo conozco desde que éramos críos. Yo tenía 13 años y fui el primer alumno que tuvo de percusión en la Banda de Música de Noreña. Fuimos amigos toda la vida. Luego fue profesor en la Banda de Gaites, miembro de la Junta Directiva... Hacía de todo", explica Chus Solís.

"Nunca decía que no a nada, y tenía tantísimos proyectos... Estaba siempre con clases, actuaciones, ensayos... El mismo día de su muerte iba a ensayar con nosotros por la noche, y le íbamos a regalar un cajón flamenco, porque el día antes había sido su cumpleaños", revela Solís.

"La última vez que le vi fue hace cosa de quince días. Coincidimos en Parque Principado y fuimos a comer una hamburguesa. Este fin de semana iba a tocar conmigo en Orense", afirma Héctor Braga.

Las muestras de duelo por el fallecimiento de Chema Fombona se sucedieron ayer en Noreña, como también en el tanatorio poleso donde se ha instalado la capilla ardiente, y en las redes sociales, donde se multiplicaron los mensajes de duelo y las condolencias a la familia.