La reparación del pórtico lateral de la iglesia parroquial de Santa María de Noreña, que sufrió severos daños dos meses atrás cuando el lateral de un camión colisionó con la esquina oriental, está pendiente del visto bueno de la Dirección General de Patrimonio, que debe aprobar las obras al tratarse de un inmueble protegido. Así lo precisaron ayer fuentes de la parroquia noreñense, que confían en tener los permisos pertinentes en los próximos días para poder ejecutar los trabajos.

La inestabilidad de la zona dañada, en todo caso, ha obligado a la parroquia a verter sobre la esquina una espuma de poliuretano por motivos de seguridad, ya que el temporal de viento que azota la región hizo temer que se desprendiesen tejas o piedras del pórtico, lo que podría haber dañado a los fieles que acudían a los diversos oficios religiosos o a los peatones que transitan por la acera y el pórtico. Esta espuma, no obstante, es un material que no causa daños a la piedra y que podrá ser retirada con facilidad cuando se ejecuten los trabajos.

Los daños en el pórtico se produjeron cuando un camión que entraba a Noreña por la calle de la iglesia impactó con su caja contra la esquina oriental del pórtico lateral del edificio, arrancando parte de la cornisa y el tejado. Aunque el vehículo que causó los daños se dio a la fuga, la Policía Local de Noreña logró dar con su propietario tras revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad del polígono de La Barreda y localizar, posteriormente, a un testigo que presenció el accidente. Fuentes de la parroquia confirman que ya se han concretado las condiciones de la reparación.

Edificada en el último tercio del siglo XVI, la iglesia de Santa María de Noreña es uno de los inmuebles más relevantes, desde el punto de vista histórico-artístico, de la Villa Condal. Parcialmente destruido durante la Guerra Civil, el templo fue objeto de una profunda rehabilitación en la posguerra, a cargo del arquitecto noreñense Enrique Rodríguez Bustelo.