José Ramón González es el portavoz municipal del PP en Grado. Un cargo al que accedió en las elecciones de mayo del año pasado, tras ser elegido por unanimidad de la junta local, a la que ahora está enfrentado. Una división interna en la que apunta claramente al presidente y exalcalde, Antonio Rey, y su entorno como los autores de poner palos en las ruedas de la actividad del grupo municipal, con cuatro ediles. Unos concejales que estudian pasarse al grupo de los no adscritos y dejar al partido sin representación municipal tras haber gobernado el concejo en los pasados ocho años. LA NUEVA ESPAÑA también solicitó una entrevista a Antonio Rey, que ayer por la tarde declinó realizarla tras haber aceptado inicialmente.
-¿Qué pasa en el Partido Popular de Grado?
-Es una situación inexplicable. Yo recibí una invitación del partido para trabajar por los ciudadanos y fui elegido por unanimidad, pero ahí ya me dí cuenta de que una parte importante no sólo no me apoya sino que pone trabas a la propia campaña. Esa situación se fue agravando a velocidad de crucero pese a que hice lo imposible porque no trascendiese y por limar asperezas y buscar el acercamiento. No nos aceptaron, y eso que la candidatura fue eleborada siguiendo el espíritu de la dirección del partido.
-¿Por qué surge el rechazo?
-Es probable que algunas personas, al llevar tanto tiempo, se piensan que el partido es suyo. Lo que desconocen es que el partido es una casa donde tienen cabida todos y donde quien quiere trabajar por el partido, puede hacerlo.
-¿Quiere decir que el PP moscón es un coto privado?
-Es una franquicia, y confunden el partido con el "nosotros". El partido somos todos y dentro del partido hay funciones para todos, no sólo se puede aspirar a ser representante político. Hay que trabajar por el partido y no dentro del partido por uno mismo.
-¿Cómo es la relación con Antonio Rey?
-Antonio Rey siempre rehuyó el diálogo conmigo y, por lo tanto, no hay comunicación. No recibí directrices, consejos, ayuda ni información para la campaña, ni nada sobre las necesidades o las peticiones de los vecinos. Es más, durante la campaña algún miembro de la junta local me dijo que en su casa no me iban a votar. Hice todo lo posible por el acercamiento, con todo tipo de equilibrios, y esperaba bastante más.
-¿Pasarán finalmente al grupo de no adscritos?
-Nuestro objetivo es trabajar para la ciudadanía desde la formación política en la que estamos, el PP, pero el ciudadano también se merece un respeto y nosotros somos sus representantes. Tenemos un compromiso con el partido, pero también con los vecinos, y para poder trabajar por ellos hay que hacerlo con la dignidad que requiere el cargo.
-La junta local le acusa de querer trepar para alcanzar el poder, como la presidencia del partido.
-En política no existen los cargos, son cargas; cuando a una persona se le da un puesto, lo que conlleva es un aumento de la responsabilidad. El concepto de a mayor puesto, mayor poder es feudal y está olvidado por la sociedad actual; hoy día, a más puesto, mayor servicio a la gente. Rey quiere ser algo y eso le gusta, ser la novia de todas las fiestas y recibir aplausos, pero a mí no. Eso es intrascendente. Lo fundamental es el trabajo que puedas hacer por el partido y por los ciudadanos.
-Han acudido al comité regional de derechos y garantías del partido, ¿por qué?
-No es sólo por mí, no puedo tolerar que se ningunee de esa manera a los concejales del grupo, son personas muy dignas y están haciendo una labor muy buena. Esas declaraciones que hicieron en LA NUEVA ESPAÑA no son dignas de un partido de gobierno, son las declaraciones de un sector de la junta. Una junta que más bien parece un consejo de administración de una empresa familiar. Eso no es una representación equilibrada de los afiliados populares de Grado, muchos de los cuales me han mostrado su apoyo en estos días.
-El PP le culpa de haber perdido el gobierno de Grado en los pasados comicios.
-Los resultados eran previsibles, aunque no los que yo esperaba. Hace ocho años, Antonio Rey sacó más votos que IU y en el siguiente mandato, pese a gobernar, sacó menos, luego el PP estaba ya en declive. Nuestra candidatura, pese a tener 850 votos menos y a que miembros de la junta local pidieron el voto para otras formaciones, consiguió cuatro concejales y remontamos las expectativas que había en ese momento. No es lo que se quería, pero probablemente es lo que se podía. Además, Rey anuló a los partidos que podían conformar una coalición contraria al gobierno de IU, por lo que el PP estaba obligado a sacar mayoría absoluta para poder gobernar.
