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Los payones se cuelan en el aula

Xosé Ambás explicó a los niños moscones cómo era la mascarada de Antroxu en la parroquia de Rañeces: "Iban de puerta en puerta, pero no pedían aguilando"

Xosé Ambás explica a los niños lo que eran los payones. SARA ARIAS

Con las manos en alto y una firme voluntad, los alumnos del Colegio Público Virgen del Fresno de Grado se ofrecieron al estudioso de la tradición asturiana Xosé Ambás para participar en la recuperación cultural de los payones, la mascarada de Antroxu de los pueblos de Temia, Los Llanos y Pando (La Costera, parroquia de Rañeces) y Llauréu, de Coalla. Algo en lo que Ambás trabaja intensamente junto a Ramsés Ilesies. "Sentí el aprecio, es emocionante enseñar en la que fue la mi escuela, además de la estimulación y la puesta en valor de las tradiciones que hacen los profesores", señala Ambás.

El moscón relató a los alumnos cómo comenzó el trabajo de investigación en La Costera, entrevistando a los vecinos más mayores, y les explicó el significado de llevar el Antroxu: "Era el último día antes de la Cuaresma que se podía comer carne, así que llevaban la carne del gochu a las casas más probes, cocían la calamona con berzas y patacas y poníanse como el kiko".

Los payones es una mascarada de Antroxu, relacionada con tradiciones de Galicia y Portugal, en la que participan los niños del pueblo. Si bien los tiempos han cambiado y Ambás abrió la participación en los payones a las niñas. "Iban de puerta en puerta, pero no pedían aguilando; cuando entraban los convidaban a llambionadas como bollinas, buñuelos o picatostes", comentó Ambás.

Los niños se colgaban de la ropa las lluecas de las vacas al anochecer y cogían los payones, que recogían en la temporada de escanda. Los payones los preparaban bien largos, trenzados a una vara larga, y les prendían fuego. Luego corrían por los praos y las caleyas del pueblo agitando los payones con el aire, e incluso se retaban con los vecinos de enfrente: "Empezaban a hacer ruido con las lluecas al saltar y luego cantaban 'Antroxu, minoxu, metíu en un goxu, Pascua vendrá ya te sacará'".

Y les detalló que otra forma de celebrar la festividad era vaciando calabazas que utilizaban de careta para asustar a la gente, los calabazones. Y a muchos se les vino Halloween a la cabeza, pero Ambás les dejó claro que esa mascarada es típica asturiana. La tradición de Antroxu también conllevaba alguna que otra travesura. De ahí la tradición de tirar la cazuela. "Los mazcaraos llevaban una cazuela de barro llena de piedras y trozos de otras cazuelas, y cuando les abrían las puertas de las casas gritaban '¡ahí os va el Antroxu!' y vaciaban la cazuela dentro de la casa", contó el experto. O también cómo en algunos pueblos de Grado, Belmonte de Miranda y Somiedo era tradición tirar un goxu ardiendo prao abajo.

Resultó curiosa la activa participación de los escolares en el taller. Preguntaron de todo y le contaron a Ambás muchas historias y tradiciones que escuchan a sus abuelos. Así, por ejemplo, Alejandro Fernández de Villar (Candamo) dio buena cuenta de los festejos de Antroxu en su pueblo y aclaró a todos que un goxu "ye un cesto y no un gocho".

También los alumnos de la parroquia donde se celebrarán los payones, David Fernández y Ángel Díaz, detallaron a sus compañeros aspectos de la tradición que conocen por sus familiares. Además, todos repetían al unísono las palabras que Ambás les enseñó a pronunciar tal y como se habla en el concejo. "Vaya suerte, falan un asturianu muy potente", destacó.

El taller continuará con una visita a Temia, con el informante de Ambás, Xuaco, para aprender a construir un payón como se hacían antes. Y la siguiente cita será en Antroxu, también en Temia, para disfrutar de la recuperación cultural de los payones, al igual que hizo en la parroquia de San Juan de Villapañada con la mascarada de Los Aguilandeiros, establecida ya con mucho éxito.

Todo parece indicar que los payones de La Costera serán este año de los más concurridos de la historia.

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