El popular hotel restaurante La Campana, de Pruvia (Llanera), ha entrado en proceso de cierre y de liquidación tras fracasar las conversaciones con varios empresarios del sector que habían manifestado la voluntad de pujar por la unidad productiva.

El fracaso de la venta del negocio, tras el concurso de la sociedad titular (La Campana, S.A.) y de la empresa gestora del negocio (Dominio de Gorfolí), ambas propiedad de los mismos dueños, ha supuesto la cancelación de más de un centenar de banquetes y comidas comprometidas (en su mayor parte, comuniones y bodas, además de algunos actos empresariales) y la puesta en marcha de un expediente de regulación de extinción de empleo para los diez trabajadores fijos del complejo hostelero. El cierre del negocio afecta, no obstante, a un colectivo laboral mayor, dado que para atender los banquetes la empresa contrataba personal temporal.

La clausura del establecimiento tras fracasar la venta al mejor postor de la unidad productiva pone en marcha la fase de subasta de los activos por separado. Por una parte, saldrá a la venta el edificio e instalaciones y, por otra, los enseres, equipamientos y el resto del continente.

Aunque podría ser factible que un solo postor pudiera ser el adjudicatario de todos los lotes y que optara por reanudar en el futuro la actividad hostelera, no existe ninguna garantía en este momento de que eso vaya a ocurrir en tales términos.

Lo que sí se da por casi imposible es que la venta de los activos permita saldar la totalidad de la deuda que arrastra La Campana, y que suma 5,63 millones, por lo que la liquidación dejará impagos a los casi doscientos acreedores, en su mayor parte asturianos.

La administración concursal ya se ha puesto en contacto con los clientes afectados para comunicarles las cancelaciones de los banquetes comprometidos. El restaurante tenía una importante contratación, fundamentalmente para primavera y, sobre todo, para el verano, y que cubría casi todo el ejercicio.

En los últimos días existían elevadas esperanzas de que se pudiera garantizar la continuidad del negocio, una vez que varios empresarios del sector con acreditada trayectoria habían manifestado interés por optar a la compra de La Campana; no obstante, en las últimos días desistieron y con ello quedó cancelada esa posibilidad.

La Campana se vio envuelta recientemente en dos procesos por posibles fraudes fiscales pero sus responsables fueron absueltos. Medios consultados, conocedores del proceso concursal, opinaron que los juicios no fueron decisivos en el desenlace de los procesos concursales y que éste estuvo determinado por la deuda acumulada y por las elevadas pérdidas en las que había incurrido el negocio.

La Campana también desarrollaba actividades de catering. El complejo cuenta con 34 habitaciones, salones de banquetes y una amplia zona de aparcamiento propio.