Chus Abad es un gijonés al que el fútbol y el amor llevaron a echar raíces en la Pola a mediados de los ochenta. Formado en Mareo, además de defender los colores del Sporting, jugó en el Siero, el Langreo y la Ponferradina como profesional. Tras colgar las botas, practicó ciclismo, piragüismo y corrió 13 maratones por medio mundo. Hoy recibe un premio especial en la Gala del Deporte de Siero.
-¿Le reconforta este galardón?
-Por un lado, creo que debe haber gente que lo merezca más, pero, por otro, me hace gran ilusión porque fue propuesto por la directiva del club "Corresiero" del que fui presidente.
-¿Qué le da el deporte que tanto le gusta?
-El ambiente, la excelente gente que conoces. Sólo veo cosas buenas en el deporte.
-Tras practicar tantas disciplinas, ¿con cuál se queda?
-Disfruto con todos los deportes y no sabría elegir uno sólo. No soy ni muy bueno ni muy malo en ninguno, pero cuando me sugieren cualquier práctica no sé decir que no.
-¿Es Siero un referente en el deporte?
-Es un concejo muy complejo y característico, y tiene mérito lo que está haciendo. La dispersión de las localidades hace difícil centralizar los esfuerzos y prueba de ello es que cada poco hay que hacer un nuevo polideportivo en alguna población.
-¿Cómo ve la situación del Siero?
-Me da mucha pena. En mi época siempre estábamos arriba y ahora, por malas gestiones, no hay recursos pese a que el equipo está en Tercera división. La solución pasa por jugar con gente local y sin exigirse ascensos.
-¿Tiene alguna espina clavada por haber dejado el fútbol con sólo 28 años?
-Fue una decisión que se vio motivada por distintos factores y de la que no me arrepiento. Además, estoy en los veteranos del Sporting y, de vez en cuando, hacemos partidillos para matar el gusanillo.
-¿Le queda algo por hacer?
-Por supuesto, tengo bastantes retos en mente. Entre lo más inmediato está el participar en la travesera y acudir al maratón de Chicago en el mes de octubre. Me veo con ganas y si algo no me gusta de este premio es que parece acercarme a una jubilación que no entra en mis planes (risas).
