"Todos mis cortometrajes tienen alguna conexión con el concejo de Llanera". Gonzalo Bengoa estrenó ayer en Posada el cinefórum organizado por IU con la proyección de sus tres trabajos cinematográficos, "Buena Letra" (2005), "Amargo" (2008) y "Amarraditos" (2016).
El cineasta echó así la mirada a su obras, desde la primera, que había preparado para rodar en San Cucao pero que, finalmente, tuvo que trasladar de forma apresurada a Oviedo, y en el que, confiesa, "pecamos de inexperiencia". Protagonizado por Isabel Friera, trata sobre un modelo anquilosado de educación que, a su juicio, no se corresponde con las necesidades de hoy y que sigue imperando en muchos casos.
"En el equipo hay gente que repitió en los tres, y en ese primero nos pasó de todo, para mal; pero viéndolo con un poco de perspectiva, a pesar de todas las dificultades, acabó siendo el germen de todo lo que vino y una forma de aprender cómo hay que actuar en todos los sentidos.
Después de presentar aquel primer corto tuvo un punto de inflexión en su vida. "Volví a Llanera y empecé a pensar en poner en marcha otro proyecto", relató. Dicho proyecto fue, finalmente, el cortometraje "Amargo". Este costó más trabajo, pero contó con la ayuda de los ayuntamientos de Mieres y de Llanera, y entre los colaboradores más activos estuvo el que ahora es el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez.
Y el vínculo más estrecho con Llanera estuvo en la banda sonora. El profesor de la escuela de música del concejo Moisés Álvarez, compuso la música, que se grabó en la propia escuela, con algunos de sus profesores. Este segundo cortometraje, según Bengoa, "mejoró en cuanto a interpretación, fotografía, un guión más elaborado, tenía otra factura más profesional que el primero".
Y lo protagonizó Carlos Alba, un actor acostumbrado al registro cómico "en un papel dramático muy bueno; me alegro de que su primera incursión haya sido con Amargo", dijo Bengoa. Junto a él, estuvo la directora de la compañía Higiénico Papel, Laura Iglesia.
El tercero, "Amarraditos", cuenta la historia de unos ancianos que se escapan de la residencia, y le llegó por un cúmulo de circunstancias. "Tenía otro proyecto, pero empecé a contactar mucho con grupos de teatro de Candás y Villaviciosa, surgió esta idea y la llevamos adelante; fue un proceso muy lento, pero al final este se parece un poco más a lo que es el cine; ahora estamos en la fase de distribución, intentando presentarlo al circuito de festivales.
El nexo común de los tres cortometrajes, según su director, es la temática, "por un lado poner de manifiesto los problemas de comunicación entre las personas, y por otra parte, lo de rendir cuentas". Bengoa trabaja ya en su cuarto cortometraje, para el que está buscando financiación, ya que requiere una fotografía y una factura técnica muy concretas.
Tras esta primera sesión, el cineforum continuará con películas latinoamericanas.
